Más de la historia de los Premios San Antonio de Padua
Mientras nos seguimos acercando al 15 de diciembre, momento señalado para la XXXV entrega del Premio San Antonio de Padua, seguimos contando algunos detalles que pasaron a lo largo de su historia.-
Como habíamos explicado en la entrega anterior, los comienzos no fueron sencillos, dado que se trabajó contra reloj para llegar a esa primera ceremonia que se llevó adelante en el Cine Teatro San Martín el miércoles 28 de diciembre de 1.988.
Como los tiempos no hicieron posible la promulgación de una Ordenanza, esa primera entrega se hizo al amparo de un Decreto firmado por el intendente Elbio Ramón Bordet.
Y solucionando los diferentes contratiempos que fueron apareciendo, se llegó a la fecha programada, donde todo era incertidumbre, no sólo por cómo iba a recibir la comunidad deportiva este premio, sino todo lo referente a quienes debían hacer las nominaciones y el armado en sí del acto.
El primer escollo con que se encontró, fue la falta de dinero para �Svestir⬝ el escenario, pero allí empezaron a aparecer los �Sbenefactores⬝ y uno que desinteresadamente se puso a disposición, fue el Arq. José María Castagnini, que con el apoyo incondicional de Don Mario Scarinci, propietario de ACERCOR, quien puso a disposición todo el material que disponía en su empresa, se armó la escenografía que muestra la foto que acompaña esta publicación, sobresaliendo el escudo de la ciudad pintado sobre una plancha de telgopor, obra de Carlitos Miggoni, y luego la mesa que mostraba los platos que se iban a ir entregando a lo largo de la fiesta y los atriles que fueron ocupados en la primera de muchas conducciones de la ceremonia por Miguel Angel Porchetto y Angel Cardozo, y como un detalle, se había ornamentado el frente del escenario con plantas y las letras que formaban �SMunicipalidad de Concordia⬝.
Pero esta primera edición, también dejó anécdotas que quedaron dentro del grupo de trabajo y no trascendieron en ese momento.
Todo era nerviosismo y trabajo en la sala, en la tarde del miércoles, cuando en un momento dado, se acerca uno de los deportistas que estaba nominado para recibir por la noche el Premio San Antonio de Padua y pide para hablar con alguien de la organización. Se acerca un integrante de la Comisión y el deportista le manifiesta que quería �Sdevolver⬝ el Premio, que aún no había recibido, por no sentirse con los antecedentes suficientes como para que fuera nominado. Se le explicó que no era posible, que era un reconocimiento que los dirigentes de su disciplina le entregaban por su actividad y valores humanos, que la organización no tenía injerencia en ello, algo que entendió y se retiró, concurriendo por la noche, siendo este el primero de los varios que ganó en las ediciones siguientes.
Otro hecho curioso pasó ya en el desarrollo de la entrega. Uno de los deportistas, joven él, en un momento dado se retira de su asiento y se encuentra con amigos y se quedó conversando en el ingreso a la sala, sin darse cuenta que el tiempo transcurría, y cuando vuelve a su lugar, su disciplina ya había pasado en el orden de entrega y él no había estado para subir al escenario y recibir el galardón. Ese joven, años después llegó a jugar en la selección nacional de su disciplina.
Y por supuesto que no solo la organización del acto era incertidumbre. En algo nunca hecho para la época, y aprovechando que los estudios de Canal 2 Concordia estaban frente al San Martín, Carlos Angarola, el por entonces mandamás del canal, autorizó y se decidió televisarlo �Sen directo⬝. Se debió trasladar las dos cámaras con que se contaban en el estudio y mediante dos cables tendidos a través de la zona alta de la calle San Martín, se enviaban las imágenes y el sonido al control, para que de ahí se emitan por el circuito de cable.
Por supuesto que los medios no eran los actuales, y los cámaras, Nicolás Bruno y Horacio Tramontina trabajaron �Sa ciegas⬝, dado que la única posibilidad de chequear la señal que estaba saliendo �Sal aire⬝ era el audio que llegaba de parte de Luis Buzzo, quien desde el control indicaba acomodar una toma o informarle a Antonio Bachmann, quien realizó la conducción de la transmisión, cuando se estaba al aire.
Toda la incertidumbre quedó de lado, cuando Miguel Angel Porchetto dio el saludo inicial e hizo una breve introducción, secundado por el �SBeto⬝ Cardozo. El primer mensaje llegó de la voz de Luis Fonseca, vestido con un impecable saco blanco que luego sería centro de los comentarios risueños del resto de los integrantes de la Comisión. Tras ello, vino el mensaje del intendente Elbio Bordet y cerrando la parte protocolar, Monseñor Daniel Zabala bendijo la ceremonia.
Pero en la fiesta, no podían faltar los invitados especiales, y antes de comenzar la entrega, se hace subir al escenario a quienes �Sapadrinaron⬝ la primera edición. Dos atletas comprovincianos y un ciclista salteño fueron quienes tuvieron ese honor.
El nacido en Urdinarrain, el lanzador de martillo Andrés Charadía, que subió �Sacompañado⬝ del Olimpia de Plata en Atletismo que terminaba de recibir en Buenos Aires, el atleta de San Salvador, Mario �SPantera⬝ Migueles, quien, hasta estos días, es el plusmarquista nacional en los 800 metros, y que en esa época representaba al Club Ferro Carril Oeste de Buenos Aires, y alguien que en esos momentos era casi conciudadano de los concordienses, el salteño Federico Moreira, �SEl Grande⬝, quien �Scruzaba el charco⬝ en infinidad de oportunidades para entrenar en el velódromo, teniendo múltiples antecedentes de triunfos tanto en el orden nacional uruguayo como también en el plano internacional, y que venía de ser representante de su país en los Juegos Olímpicos de Seúl, quienes fueron reconocidos por el aplauso cerrado de la concurrencia que completó la sala.-
Y comenzó la entrega, la primera disciplina que recibió el flamante Premio fue el Ajedrez, pero eso será motivo de otro comentario.