A las 19 horas, una multitud se reunió frente a la estatua de San Martín para expresar su solidaridad con los docentes en medio del conflicto que atraviesa la provincia. Durante la manifestación, se pronunciaron discursos, se escuchó una canción especialmente compuesta por un docente para la ocasión, y los manifestantes marcharon por la peatonal del centro de la ciudad, destacando la importancia de la educación pública y de condiciones laborales dignas para los docentes.
Una de las voces más conmovedoras fue la de una abuela que, en representación de sus hijas docentes, expresó su indignación: “Escuché hoy que el señor Julián Barrios dijo ‘un día que los niños faltan a clases es un día menos de formación’, y yo pregunto, ¿con qué ánimo va una docente cuando no le alcanza el dinero para sustentar a sus hijos?”.
Por su parte, José María Chapitel, representante del gremio docente AGMER, habló para El Heraldo, expresando el apoyo del sindicato a la movilización: “Nosotros como gremio venimos a apoyar y acompañar esta movilización que nace desde las familias y los estudiantes. La verdad es que inunda el alma estar codo a codo en la misma lucha. Esto da cuenta del contexto en el que estamos, en la defensa irrestricta de la escuela pública, que en definitiva es la escuela de todos”. Chapitel también exigió al gobierno provincial que preste atención a este “gran llamado de atención”, demandando salarios dignos no solo para los docentes, sino para todos los trabajadores de la provincia, así como la reanudación de las obras de infraestructura escolar que quedaron inconclusas. “Hay que poner plata en la infraestructura de las escuelas para que la educación pública realmente sea de calidad, un lugar con condiciones dignas de trabajo y de enseñanza”, concluyó.

Contexto del conflicto
La manifestación y la decisión de no enviar a los niños a la escuela surgieron en respuesta a la conciliación obligatoria impuesta por la justicia, la cual prohíbe a los docentes realizar huelgas durante 20 días mientras se negocia con el gobierno provincial. Antes de esta medida, AGMER había planificado un paro de 48 horas para los días 22 y 23 de agosto, con la amenaza de extender las medidas de fuerza la semana siguiente. Sin embargo, estas acciones fueron suspendidas por la conciliación.
Las familias, indignadas por lo que consideran un intento de silenciar los reclamos salariales de los docentes, decidieron tomar acción simbólica para mostrar su apoyo, subrayando que la lucha por la educación pública es una causa que involucra a toda la sociedad.
La próxima audiencia de conciliación está programada para el martes 27 de agosto, donde se espera que el gobierno presente una nueva propuesta que permita resolver el conflicto.