Preocupación mundial por la bajante del río Paraná
�SLa preocupación prioritaria en este momento son las tomas de agua de las ciudades, tanto para uso doméstico como para refrigeración de procesos industriales y esto incluye a las centrales térmicas de generación eléctrica, que son varias y necesitan tomar el agua para refrigerar procesos⬝.
El ingeniero Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Durante su disertación en el Foro Internacional �SLa Hidrovía en bajante, Futuro 2030⬝ explicó que desde hace 20 años existe una gran incertidumbre Climática que dificulta la capacidad de prospección y acorta los plazos de pronóstico.
�SEn gran medida se aplica parte de la interpretación de lo que es la tendencia climática, que a medida que uno va mirando más adelante amplía el margen de error⬝ manifiesta Borús.
El subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua, aseveró que según su apreciación personal se espera niveles en el río Paraná para el otoño del 2022, que llegarán a medir cerca de 0,20 centímetros sobre el cero de la escala.
Además, subrayó que muy pocas veces debieron tratar bajantes como la que se está viviendo y ha modificado la manera de actuar, porque tiene escasos antecedentes en la historia registrada desde 1884.
Lo cierto es que las consecuencias de este fenómeno son profundas y aún no se sabe cuándo terminará. �SUna posibilidad es que continúe por mucho tiempo más⬝, afirma Borús. La preocupación prioritaria en este momento son las tomas de agua de las ciudades, tanto para uso doméstico como para refrigeración de procesos industriales y esto incluye a las centrales térmicas de generación eléctrica, que son varias y necesitan tomar el agua para refrigerar procesos.
La gran preocupación es que también afecta a las centrales nucleares, como Atucha y es por tal motivo que se está en contacto permanente con NASA, la concesionaria, y ya se adoptaron todas las medidas para que la bajante no produzca perjuicios. Este proceso implica la adaptación acelerada de las tomas de agua urbanas, para que no se vea afectado el consumo pero está claro que todo este esfuerzo tiene un costo, incluso de potabilización.
Cuando el río disminuye fuertemente su caudal y está en niveles tan bajos, la calidad del agua se ve afectada también porque la concentración de contaminantes es mayor, la captación hay que hacerla a mayor profundidad con lo cual hay mayor acceso de sedimentos y la posibilidad de tener agua de peor calidad crece, también hay que considerar el tema de la navegación fluvial y la logística portuaria, que está teniendo un gran impacto actualmente.
Por lo pronto, en varios países de Latinoamérica declararon la emergencia hídrica, lo que permite esperar una continuidad de esta tendencia a la baja.
¿Por qué en la Argentina no se declara dicha emergencia?
Por el momento solo se puede decir que es complejo hacer proyecciones para un futuro que exceda los tres a seis meses, más allá de ese tiempo, crece muchísimo la incertidumbre. Este es un ejemplo de por qué la urgencia de detener el calentamiento global.