Ruffini: los trabajos del Sínodo se iniciaron con ’clima de sereno compartir’
El prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede ofreció una primera sesión informativa acerca del Sínodo que se desarrolla en el Aula Pablo VI sobre la sinodalidad.
“No importa lo que diga tal o cual participante, sino lo que la Iglesia decida en su espíritu de comunión.
No sólo el Sínodo no es un órgano que toma decisiones, sino que estamos a medio camino de un Sínodo”, aclaró durante la primera sesión informativa acerca del Sínodo que se desarrolla en el Aula Pablo VI sobre la sinodalidad el prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini.
“Es posible que los informes finales arrojen convergencias y divergencias, que representen todavía un camino que estamos siguiendo”, afirmó el prefecto en respuesta a las preguntas de los periodistas sobre el posible resultado de la asamblea eclesial.
“No se puede pedir a esta asamblea –advirtió- que prefigure el final de la próxima asamblea”, en referencia a las dos fases del camino sinodal, que finalizará en 2024. Lo que está en marcha, por tanto, ”es un proceso complejo”, explicó Ruffini.
Sobre los trabajos que los padres sinodales realizaron hoy, jueves 5 de octubre, explicó que, después de la primera Congregación General de ayer con la intervención del Papa, los 35 Círculos Menores se reunieron por primera vez, en sus respectivas ”mesas”, para reflexionar sobre el apartado A del ’Instrumentum laboris’.
“Cualquiera puede hablar en la Congregación General y enviar su texto a la Secretaría del Sínodo, en una dinámica de comunión”, anunció el prefecto.
“Me parece una novedad que una institución tan grande como la Iglesia, en un mundo donde todo es instantáneo, se tome un descanso para reflexionar, como bien explicó el Papa, en el silencio, en la escucha y en la oración”, expresó Ruffini.
Y agregó: “También puede ser un método válido para otros temas. Es un intento de demostrar que es posible escucharse, incluso entre personas que piensan diferente, pero que viven la misma fe, y llegar a un consenso en comunión.
De lo contrario, no es un Sínodo, es un censo”.
El prefecto señaló luego que, “en instituciones compleja, existen estos momentos de discusión: anticipar decisiones probablemente no conduciría a ninguna decisión”.
Ruffini informó que ayer se preguntó a los participantes, “a partir del camino en la Iglesia local de la que cada uno proviene, qué signos distintivos de una Iglesia sinodal emergen con mayor claridad y cuántos merecen ser explorados con mayor profundidad”.
“Es una hermosa experiencia de compartir espiritual”, testificó el prefecto, que se encuentra en su primera experiencia sinodal como participante: “Hay una atmósfera de sereno compartir. Cada grupo compartió el camino de su iglesia en el Sínodo: cómo empezó, cómo evolucionó, las dificultades encontradas”.
(AICA)