¿Se define el futuro de los pliegos de Ariel Lijo y García-Mansilla?
El pliego de García-Mansilla está a una firma de quedar habilitado para su tratamiento en el recinto, como contó el jueves NA. Los tres senadores apuntados para esa tarea.
Son horas decisivas en el Senado. Anteayer, como contó el jueves la agencia Noticias Argentinas, fueron presentados dos dictámenes de rechazo -finalmente, fueron por separado- para voltear el pliego del flamante integrante de la Corte, Manuel García-Mansilla.
Uno de ellos es del kirchnerismo, que logró juntar seis firmas, mientras que los senadores porteños Martín Lousteau, de la UCR, y Guadalupe Tagliaferri, del PRO, motorizaron otro llegando entre sí a ocho firmas. Lo hicieron para no quedar pegados a los K.
Se necesitan nueve, sí o sí. Por lo que ahora, la pelota está del lado del radicalismo y los interrogantes se posan sobre quién le pondrá el cascabel al gato, como le dijo un asesor a NA en referencia a la última rúbrica que le faltaba.
La movida se habría gestado con un diálogo entre Lousteau y José Mayans, líder de la bancada K y que se movió estos días para intentar llegar cuanto antes al hemiciclo senatorial para darle la estocada final no solo al despacho de García Mansilla, sino también el de Ariel Lijo.
Si bien Lousteau mantuvo un silencio estampa durante el 2024 con su posicionamiento principalmente con Lijo, ya que a García Mansilla lo bombardeó a preguntas en la audiencia pública, se destacó a lo largo del 2024 por ser de los pocos opositores “que hacen política”.
Por su parte, Tagliaferri también mostró en reiteradas oportunidades su independencia de la cúpula partidaria del PRO, que intenta liderar Mauricio Macri. De hecho, su terminal es el ex jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta como es de público conocimiento.
Ambos, junto con Pablo Blanco, fueron un oasis entre el desierto representado por “dialoguistas” que -a varios- solo les falta dar el salto al bloque libertario de una buena vez como el titular de la bancada UCR, Eduardo Vischi. Su terminal es el gobernador correntino, Gustavo Valdés.
Vischi se transformó prácticamente en un oficialista. Podría ser bien catalogado como “Radical con Peluca” como se reconocen algunos diputados de su partido. Para hacerle justicia a su postura condescendiente, intentó en las últimas horas frenar la embestida contra los pliegos.
Los apuntados para la firma restante son tres radicales: Carolina Losada, Maximiliano Abad y Mariana Juri. NA intentó comunicarse con Abad y Juri a través de sus voceros, pero ninguno respondió. Guardan silencio.
Abad teje en la provincia de Buenos Aires entre la tropa propia y el PRO e intenta levantar la menor polvareda posible en tiempos complejos para los dirigentes tradicionales como él.
Juri responde directamente al gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, que desde hace meses tiene una vara diferente con Milei en comparación con la que tuvo con el ex presidente Macri, en el período 2015-2019.
Sin embargo, la senadora Losada sí respondió la consulta de este medio. Ante la pregunta de Noticias Argentinas dijo que no tenía “pensado firmar por ahora” y que esperaba alguna resolución dentro del bloque.
La clave de este embrollo pasa porque quienes apuntalan el pliego de García-Mansilla aspiran también a voltear el de Lijo, que ya está habilitado desde mediados de febrero. La misma lógica que sostenía la Casa Rosada: los dos o ninguno. Sin excepciones. Eso complejiza la maniobra.
Losada está en una situación compleja porque García-Mansilla no le disgustaba, aunque le molestó la mentira del ex catedrático de la Austral, emergente cantera de funcionarios nacionales, pero sí se expresó negativamente sobre Lijo. No está claro lo que piensan Abad y Juri.
Si bien la audacia en el Senado está en peligro de extinción, el ejemplo más reciente fue la fallida conformación de la comisión investigadora por el criptogate LIBRA, la acción de Milei fue muy mal recibida por los senadores.
De avanzar la iniciativa del kirchnerismo y los solistas Lousteau y Tagliferri, la pelota quedará en manos de la vicepresidenta Victoria Villarruel. El siguiente paso de estos, si consiguen la firma que resta, será pedir una sesión especial.
En ese caso, la llave del recinto está en sus manos. De todos modos, Villarruel esperaba instrucciones de la Casa de Gobierno hasta el cierre de esta nota, según indicaron a NA, que muy probablemente nunca lleguen.
Entre el malestar, el temor e intereses solapados
En el eventual caso de que llegaran al recinto los pliegos de García-Mansilla y Lijo, también se abre una gran serie de interrogantes sobre el futuro de ambos. Pocos admiten que, en realidad, existe cierto grado de temor con Lijo.
Son dos las razones, ya mencionadas hasta el hartazgo: si no llega a la Corte, continuará en su juzgado de, nada más y nada menos, que Comodoro Py; y si llega, y alguno de estos no apoyó su pliego, dejarían su huella ante un ministro del máximo tribunal.
El rechazo a los nombramientos por decreto de Milei fue tan mal recibido que hasta integrantes del bloque Las Provincias Unidas se manifestaron en contra de la movida del Gobierno, que fue calificada por expertos como un juego al límite de la democracia.
El cuadro más resonante que se pronunció en ese bloque, que preside Carlos Espínola, es el de la senadora por Córdoba Alejandra Vigo: meses atrás se había fotografiado con Villarruel -detractora pública de Lijo- en apoyo a una candidatura de una mujer en lugar de Lijo.
Espínola también integra la Comisión de Acuerdos, pero ni en los mejores sueños de Mayans se lo imaginan poniendo la estampa. El correntino quiere ser candidato a gobernador de LLA, eso choca con la buena sintonía de Valdés con la Rosada.
Se pelean por hacer bien los deberes frente a Balcarce 50, ya que Valdés habría mandado a Vischi a poner el gancho en el pliego de Lijo, a escondidas de sus compañeros de la UCR; despacho que apareció por arte de magia el 12 de febrero pasado.
Lo cierto es que, si el Senado avanza en el rechazo de ambos pliegos, como se esperaba, ya las dudas pasarán al plano más técnico sobre la validez de los nombramientos en comisión.
El Gobierno sostiene que ambos jueces están en condiciones de permanecer en el tribunal (García-Mansilla ya juró) hasta noviembre de este año. De esa manera, solo pueden ser removidos por juicio político.
En el Senado toman el argumento del Ejecutivo y sostienen que los nombramientos en comisión tienen lugar hasta que la Comisión de Acuerdos se expida, es decir, si los pliegos llegan al recinto y se rechazan quedarían invalidados.
Hasta el propio libertario y presidente Provisional del Senado, Bartolomé Abdala, lo admitió en una entrevista con radio Rivadavia: “Si los rechazan, estos caballeros se van a su casa y habrá que nombrar nuevos pliegos”.
(NA)
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