�SSólo el perdón abre la puerta del mañana⬝, dijo el Papa a víctimas de la violencia
En la visita a la República Democrática del Congo, Francisco mantuvo un encuentro en la nunciatura de Kinshasa con las víctimas de la violencia en el este del país.
�SSólo el perdón abre la puerta al mañana, porque abre la puerta a una nueva justicia que, sin olvidar, desquicia el círculo vicioso de la venganza⬝, exclamó el papa Francisco este martes 1 de febrero durante el encuentro que mantuvo, en la nunciatura apostólica de Kinshasa, con las víctimas de la violencia que azota el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde los asesinatos, mutilaciones o secuestros están a la orden del día.
�SReconciliarse es generar el mañana: es creer en el futuro más que quedarse anclado en el pasado; es apostar por la paz en lugar de resignarse a la guerra; es escapar de la prisión de las propias razones para abrirse a los demás y saborear juntos la libertad⬝, dijo el Papa.Asimismo, el pontífice invitó a la esperanza, que �Stiene un manantial y este manantial tiene un nombre, que quiero proclamar aquí con ustedes: ¡Jesús! Jesús: con él el mal ya no tiene la última palabra sobre la vida; con �0l, que hizo de una tumba -el final del trayecto humano-, el comienzo de una nueva historia. Siempre se abren nuevas posibilidades. Con �0l cada tumba puede transformarse en cuna, cada prueba en un jardín de Pascua. Con Jesús nace y renace la esperanza: para los que han sufrido el mal y también para los que lo han cometido⬝. La esperanza, para el Papa, es también �Sun derecho a conquistar, sembrándolo cada día, con paciencia. �SPara conquistar los frutos esperados, hay que trabajar con el mismo espíritu de los palmicultores, pensando en las generaciones futuras y no de resultados inmediatos⬝.
¡ Ya es suficiente!
Francisco se pronunció luego de escuchar cuatro relatos crudos y desgarradores de víctimas de abuso físico y mental en la guerra que golpea el este del país. En un denso discurso, el obispo de Roma se unió al dolor del pueblo juzgado, dirigiéndose con firmeza a las �Sentidades⬝ que trabajan en esta guerra. �SYa es suficiente⬝, dijo Francisco. El Santo Padre lamentó que esta situación crítica que viven los ciudadanos de lugares como Bunia, Beni-Butembo, Goma, Masisi, Rutshuru, Bukavu o Uvira. Están olvidados completamente por los medios de comunicación internacionales, pese a ser �Srehenes por la arbitrariedad del más fuerte, por el que posee las armas más potentes, armas que siguen circulando⬝, señaló.
En este sentido, el obispo de Roma hizo hincapié en la cercanía hacia su gente: �SSus lágrimas son mis lágrimas, su dolor es mi dolor. A cada familia en luto o desplazada a causa de poblaciones incendiadas y otros crímenes de guerra, a los sobrevivientes de agresiones sexuales, a cada niño y adulto herido, les digo: estoy con ustedes, quisiera traerles la caricia de Dios. Su mirada tierna y compasiva se posa sobre ustedes. Mientras los violentos los tratan como objetos, el Padre que está en los cielos mira su dignidad y le dice a cada uno: «Tú eres de gran precio a mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo»⬝, precisó.
(AICA)