Hualien, una zona principalmente rural y escasamente poblada, fue golpeada por un terremoto de magnitud 7,2 el 3 de abril que mató al menos a 17 personas, y desde entonces hubo más de 1.000 réplicas.
“Especialmente a las 2 am, tembló muy fuerte. De hecho, por un momento incluso pensé en bajar corriendo las escaleras, pero como vivimos en el sexto piso, sentí que era un poco problemático bajar”, declaró Aden Peng, residente de Taipei. 44 años, investigador médico.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en su página de Facebook, pidió a la gente que evite las montañas y se mantenga alerta: “Cuando ocurre un terremoto, no entre en pánico. Domine el principio de ‘agacharse, cubrirse y quedarse quieto’”, escribió.
El departamento de bomberos de Hualien informó que dos edificios, ya deshabitados después de haber sido dañados el 3 de abril, sufrieron más daños y estaban inclinados. No hubo informes de víctimas.