Un avión perdido puso en alerta a la defensa aérea
Un jet privado Citation voló en silencio cerca del Capitolio y luego cayó en un bosque. Se trataría de un caso de descompresión súbita. Los cazas lo siguieron sin lograr ninguna respuesta.
Un jet avión privado se estrelló en el este de EEUU luego de poner en alerta a la defensa aérea de la capital, Washington, que hizo despegar dos cazas para perseguir a la aeronave. El “boom sónico” que produjeron los cazas al romper la barrera del sonido causó alarma en vastas zonas que rodean a la capital del país. El avión privado cayó en un bosque de Virginia a muy alta velocidad. Las cuatro personas que viajaban en él fallecieron en el acto. La nave dejó un cráter en el suelo. Las autoridades negaron que los cazas lo hubiesen derribado. Muchos expertos señalan que el avión, un Cessna Citation, pudo sufrir una descompresión y esto dejó inconscientes a los tripulantes y al avión volando en piloto automático. Hay precedentes de este tipo de accidentes.
Las cuatro personas que iban a bordo -un piloto y tres pasajeros- murieron en el accidente, señaló la Administración Federal de Aviación. El avión perdió altura de manera vertiginosa después de un vuelo con una trayectoria sin sentido. En el lugar había unos cuatro restos reconocibles del avión, que impactó contra el suelo en un ángulo muy pronunciado. “No había nada más grande que un brazo”, dijo uno de los rescatistas.
Los cazas F-16 de la Guardia Nacional habían intentado contactar a su piloto, que no respondía. El avión causó el alerta al ingresar al espacio aéreo de Washington D. C. sin hacer ningún contacto de radio.
Funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte pasarán los próximos días procesando pruebas en el lugar del accidente, antes de que los restos sean trasladados, dijo el investigador principal, Adam Gerhardt.
El avión no estaba obligado a llevar “cajas negras” para registrar los datos de vuelo, pero los investigadores seguirán buscándolas con la esperanza de que estuvieran instaladas.
Gerhardt dijo que, en esta fase tan temprana de la investigación, “básicamente todo está sobre la mesa” a la hora de determinar la causa.
Una fuente dijo a CNN que los investigadores están interesados en la hipoxia -escasez de oxígeno en la sangre- como razón por la que el piloto y los pasajeros no respondieron a los intentos de los controladores aéreos y de otros aviones de ponerse en contacto con el avión.
La hipoxia es un riesgo insidioso al volar a gran altitud y puede producirse por una descompresión de la cabina presurizada del Cessna Citation, dicen los expertos en aviación. El vuelo se dirigía del este de Tennessee a Long Island, Nueva York, a 34.000 pies, una altitud en la que los pilotos disponen de 30 a 60 segundos para ponerse las máscaras de oxígeno cuando baja la presión antes de caer inconscientes.
Cuando los cazas F-16 alcanzaron el Cessna hacia las 15.20 horas del domingo, los pilotos lanzaron bengalas para llamar la atención del piloto. También quisieron contactar por radio, como así otros pilotos civiles en el área, sin éxito.
“El piloto no reaccionó y el Cessna se estrelló cerca del Bosque Nacional George Washington, en Virginia”, dice un comunicado de la autoridad del espacio aéreo o NORAD. “El NORAD intentó establecer contacto con el piloto hasta que la aeronave se estrelló”, subrayó la autoridad.
Según el NORAD y el sitio web LiveATC.net, el avión civil voló desde Elizabethton (Tennessee), pasó por delante de su destino, el aeropuerto MacArthur de Long Island (Nueva York), y dio media vuelta antes de estrellarse en Virginia.
Controladores aéreos, los aviones de combate e incluso otros pilotos civiles intentaron frenéticamente ponerse en contacto por radio con la tripulación del avión, que no reaccionaba, mientras se dirigía a Washington a 34.000 pies de altura, según un audio de LiveATC.net.
Las causas de por qué el avión se desvió tanto de su ruta y qué causó el accidente no están claros. El complejo del Capitolio fue puesto en “alerta elevada” cuando el avión voló cerca de la zona el domingo por la tarde, dijo la Policía del Capitolio.
Los aviones de combate F-16 enviados estaban “autorizados a desplazarse a velocidades supersónicas” mientras corrían para entrar en contacto con la aeronave, un Cessna 560 Citation V, según un comunicado de prensa de la Región Continental del Mando de Defensa Aeroespacial Norteamericano (NORAD).
La extraordinaria velocidad de los cazas provocó un “estampido sónico” en toda la zona de Washington DC, que fue escuchado por miles de personas. Esto se produjo porque los cazas cruzaron la barrera del sonido y viajaban a una velocidad superior a esta, creando ondas de choque que provocaron el estampido.
“La casa se sacudió, las ventanas traquetearon. Obviamente, nos asustamos un poco”, dijo Chuck Martin, que sintió el estampido en el condado de Fairfax, Virginia. “Empecé a llamar a la policía. Su línea de emergencias estuvo ocupada todo el tiempo. Cuando por fin conseguí comunicarme, me dijeron: ‘Oh, este avión del Departamento de Defensa se ha vuelto supersónico, lo que ha sonado un poco extraño”.
Los residentes de Maryland también informaron haber oído el estruendo. Otros estaban preocupados por la procedencia del sonido, sobre todo por su proximidad a la capital del país.
Los F-16 no derribaron la aeronave, subrayó un funcionario a la CNN. El funcionario señaló que es habitual que la FAA llame a los aviones si alguien está volando de forma insegura.
El avión privado está registrado a nombre de Encore Motors of Melbourne, Inc, una empresa con sede en Florida. John Rumpel, cuya esposa Barbara figura como presidenta de la empresa, son los propietarios de Encore. La hija de John Rumpel, una nieta de 2 años y su niñera iban a bordo del avión, declaró Rumpel a The New York Times. La familia regresaba a East Hampton (Nueva York) tras un viaje de cuatro días a su casa de Carolina del Norte. “Mi familia se ha ido, mi hija y mi nieta”, escribió Barbara Rumpel en respuesta a una publicación en su perfil de Facebook en la que otros le preguntaban si estaba en el avión. John Rumpel comentó que, siendo él piloto también, se inclinaba por la hipótesis de la descompresión súbita de la cabina.