Un concordiense fue reconocido con el nombre de un aula en una escuela de Haití
La ciudad de Concordia celebra un reconocimiento inusual y significativo, que resuena en el corazón de su comunidad. Juan Ignacio Garasino, un escritor local y actual segundo Jefe del Regimiento de Caballería Tanques 6 Blandengues, se convirtió en el nombre de un aula kinder en Haití. La revelación de este homenaje, que llegó a Garasino a través de un video enviado el pasado miércoles, fue recibida con asombro y emoción por parte del autor.
En el video, un grupo de niños y un maestro de la escuela Don Diego Villagüay, situada en la frontera con la República Dominicana, compartieron la noticia de que una de sus aulas llevaría su nombre. “Es un reconocimiento que a veces siento que es excesivo, pero también me llena de orgullo”, confesó Garasino. Este gesto se debe a su labor como escritor y su interés en un proyecto educativo fundado en 2017 por el suboficial mayor Garcés, un compañero que había estado en Haití y que, con la ayuda de organizaciones no gubernamentales, logró establecer la escuela.
La escuela Don Diego Villagüay, que debe su nombre al pueblo donde se ubica, enfrenta grandes desafíos. Según Garasino, la infraestructura es elemental: “La escuela carece de cualquier tipo de infraestructura; si has visto el video, verás que es un aula hecha de lona, cartón, palos y chapa”, describió. A pesar de estas condiciones, la escuela representa un faro de esperanza para muchos niños en la comunidad, ofreciendo educación en un entorno que, aunque precario, se esfuerza por proporcionar un espacio de aprendizaje.
La conexión de Garasino con la escuela se forjó a través de su amistad con Garcés. “Garcés trabaja en el regimiento de Concordia y me empezó a preguntar sobre mis escritos. Le compartí mis trabajos, que incluyen historias y libros que he escrito a lo largo de los años”, relató. Además, Garasino se involucró en la edición de una revista digital en el regimiento, donde buscaba artículos de colaboración, lo que lo llevó a interesarse por el proyecto educativo en Haití.
El homenaje le llegó a Garasino de manera inesperada. “Ya lo habían hecho, y me enteré a través del video. Lo compartí con un grupo de amigos y compañeros, y a partir de ahí se produjo una explosión en redes sociales”, explicó. La noticia se propagó rápidamente, generando comentarios de felicitaciones, incluso del exembajador argentino en Haití, quien lo invitó a participar en una conferencia sobre su experiencia en la isla. Garasino reflexionó sobre la importancia de ser reconocido en vida: “A menudo se recuerda a los que han hecho algo por la comunidad una vez que ya no están. Este homenaje en vida es raro, y me parece un gesto hermoso”.
A lo largo de su vida, Garasino cultivó una carrera literaria que comenzó en 1997, cuando escribió para El Heraldo. Desde entonces, publicó varios artículos y un libro sobre las Islas Malvinas, y continúa escribiendo sobre temas históricos y sociales. “Uno siembra, pero rara vez ve los frutos de esa cosecha. Este reconocimiento inesperado es una manera de decir que lo que he hecho ha dejado una huella”, afirmó con humildad.
Este homenaje, que trasciende su carrera militar, se convierte en un símbolo de su compromiso con la educación y la comunidad. “He tratado de ser una buena persona a lo largo de mi vida, y este reconocimiento inesperado es una manera de validar ese esfuerzo”, concluyó Garasino.
El aula kinder Juan Ignacio Garasino en Haití no solo honra la trayectoria de un escritor comprometido, sino que también destaca la importancia de la solidaridad y la educación en contextos difíciles. Para los niños de la escuela, este espacio no es solo un aula; es un lugar donde se cultivan sueños y se construye un futuro mejor. En cada rincón de esa aula, el legado de Garasino se perpetuará, inspirando a nuevas generaciones a valorar la educación y la solidaridad.
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