Concordia en el Anuario Kraft
En el libro “Recopilación histórica de Concordia” Luís María Medina compila distintas notas e informaciones sobre le pasado de Concordia.
En la sección “Palabras Iniciales” este autor comenta su propósito: “Esta no es una historia de Concordia. Apenas si pretende ser una cronología de hechos, en la mayoría de los casos ya publicados. Es por ello que hasta el título de este trabajo aspira a ilustrar claramente al lector sobre el contenido del mismo. Consideramos que este trabajo es, simplemente, una recopilación histórica de nuestra ciudad” (Medina, 1977; 7). En este sentido, el autor guía al lector por aquellos “retazos de historia de la historia concordiense”, como los denomina Medina, a cada uno de las revistas, recuerdos, documentos que nutren a cada una de las páginas de ese libro.
En uno de los apartados de ese libro se hace mención a lo relatado por el Anuario Kraft de 1915 sobre nuestra ciudad. Comentamos brevemente de que se trataba esa importante publicación de tirada nacional que menciona a la ciudad de Concordia. Guillermo Kraft fue un inmigrante alemán formado en el oficio de litógrafo e impresor. En 1862 se estableció en Buenos Aires, después de algunos años, creó su propia editorial. Innovó, introduciendo en Argentina el primer litógrafo a vapor y realizando las primeras litografías a 14 colores. Desde 1870 con el surgimiento del mercado editorial a nivel nacional, Guillermo Kraft editó numerosos títulos históricos, políticos, científicos y literarios. En 1885 comenzó a publicar sus famosas y populares “Guías anuales”. El Anuario Kraft, como destacaban sus prólogos, era una gran guía general de comercio, industria, agricultura, ganadería, profesionales y elemento oficial de la República Argentina, con un índice de ciudades, pueblos y colonias de las provincias y territorios nacionales. Contenían, además, pequeñas y sucintas reseñas geográficas, históricas y estadísticas.
Según el Anuario Kraft de 1915, Concordia ocupaba el segundo lugar en la provincia en lo que se refiere a su población: contaba con 46.485 habitantes, cifra de 1912. Ya era una de las ciudades más importantes del litoral, con un puerto de gran movimiento.
Además de los dos bancos que ya tenían sucursales en Concordia (Banco de Italia y Río de la Plata y Banco de la Nación Argentina) en el año de referencia estaban establecidos, también, los siguientes: Banco de Londres y Río de la Plata, Banco Español del Río de la Plata y Banco Robinson Hnos. y Cia. Y también, la Caja Popular de Concordia.
La fuente citada consigna que existían siete hoteles, más la Pensión Continental, eran: el España, el Comercio, el Imperial, el Argentino, el Colón, el Victoria y el París
Destaca que había cuatro teatros. Frente a la plaza principal se abría el "O. V. Andrade"; el "Beñatena" estaba ubicado en Alberdi y La Rioja; el "Odeón", en calle Entre Ríos, y el "Variedad", en Urquiza.
Registraba a más de 320 "estancieros" —según se clasifican en el orden por gremios del Anuario citado— eran "socios de la Sociedad Rural de Concordia", y es la lista más extensa del anuario en el ámbito local. Le seguían en importancia, por cantidad, la que corresponde a los "vitivinicultores", con algo más de cien nombres inscriptos.
Como en el mes de octubre de 1913 se había inaugurado el Ferrocarril Internacional que unía Buenos Aires con Asunción del Paraguay, pasando por nuestra ciudad, se preveía la importancia que el mismo tendría para Concordia, ya que sería un medio directo para utilizar en la importación y exportación con aquel país (pág. 124).
En otros aspectos, el Anuario Kraft consigna que "Concordia se encuentra en la región de la naranja, ya por las condiciones de sus tierras como por el clima favorable". Las quintas aumentaban año a año, y añade: "Una visita a sus alrededores lo demuestra: por todas partes y en todos los terrenos, grandes o pequeños, se ven largas filas de naranjos, plantaciones nuevas en todas direcciones, y grandes almácigos de plantas para la venta". Para completar esta síntesis, cabe señalar que, a la fecha del título, Concordia contaba con calles ‘‘espaciosas, bien pavimentadas e iluminadas a luz eléctrica, así como sus plazas y paseos con hermosos jardines. Servicio de tranvías y un sinnúmero de coches de plaza y particulares y más de cien automóviles" (pág. 125).
Esperamos que les haya gustado este breve relato. Nos volvemos a encontrar en una semana para descubrir más historias de Concordia y la región.
Museo Regional Palacio Arruabarrena, dirección: Entre Ríos y Ramírez.
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