Poesía pal río
“El hombre no está hecho para ser derrotado, un hombre puede ser destruido pero nunca derrotado” dice Ernest Hemingwuay de Santiago, el protagonista de “El viejo y el mar”, en él “todo era viejo, salvo sus ojos, y estos tenían el color mismo del mar, y eran alegres e invictos, en ellos resplandecía un brillo de resistencia y desafío”, en el conmovedor relato en el que vence la derrota, la sequía de la pesca con dignidad y afronta el desafío de enfrentar las adversidades que la vida y el mar presentan. Es una historia cuya épica cabe a los nobles pescadores nucleados en “ Pal Río”, una asociación de pescadores artesanales de la zona sur de Concordia que gestionan un comedor de pescados frescos de río en Avenida Costanera de los pueblos originarios y San Juan (detrás de la última rotonda de la Costanera), en una experiencia colectiva, comunitaria, social y cultural única y maravillosa, demostrativa de los logros del trabajo cooperativo entre los seres humanos, cuando amistad, compromiso y unidad triunfan sobre la competencia y la mezquindad, cuando la solidaridad construye otra subjetividad, otros hombres, en una experiencia difícil porque se trata de luchar- no solo contra un sistema que impulsa el individualismo-sino también contra las inclemencias del tiempo, las crecidas del río, tan amigo como a veces impiadoso, y circunstancias inéditas como la Pandemia. Y allí están esos hombres honrados y generosos que sacudidos por las tempestades saldrán a flote con la mejor madera, no se hundirán nunca. En ese espacio de ricas historias y manjares de rio, palpita además la cultura, el arte, la música, la danza, la poesía. Y precisamente hoy, esta tarde y esta noche de sábado 16 de noviembre, desde las 18 horas habrá actividad cultural promovida por la asociación civil “Río de Azahares”, junto a la S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores de Concordia), un encuentro para compartir la sensibilidad humana en su máxima expresión, para emocionarse y participar de un momento muy placentero. De ese modo, a las 18 comenzará con la feria de artesanos, estará abierto el conteiner de la “Red de comercio justo Piri Hué”, y la muestra fotográfica “Pal Río” de un notable grupo de fotógrafos de nuestra ciudad, a las 19 estará funcionando la biblio Andante Piri Hué (para los peques), a las 21 bailarines de danza de Evangelina Mecca pondrán en escena obras de baile dio, trio y solista, a partir de las 21 30 estarán, entre otros músicos el grupo “Bicho raro”, Mario Oviedo, Marcos Gowda, Carcoma y otros, con sorteos de muchos premios. Y por parte de SADE, la sociedad presidida por la escritora Liliana Ferreyra, se realizarán lecturas de poesías en homenaje al río, a nuestro río, ese “cielo azul que viaja”, todo ello con la conducción de la gran comunicadora Paula Migoni. Una peña para no perderse, para celebrar con el majestuoso río, allí presente, susurrando apenas su felicidad plena.
Tengo el placer, como integrante de la S.A.D.E de participar en esos festejos que sin dudas serán inolvidables, y para concluir esta Columna que no es hoy sino una amigable invitación, voy a compartir unas líneas inspiradas en Hemingway y ese “viejo y el mar” que nos dejó eternamente conmovedor, en la admiración de los pescadores, de los ancestrales exploradores del alma del río, abnegados y nobles luchadores de la vida, frente a todo, a los obstáculos, la incomprensión, las inundaciones y las inclemencias del tiempo, mis más profundos respetos.
La lucha del hombre
Llega entre sombras hacia el rio dormido que es
Como la frazada oscura que abandonó entre sueños
Revuelve la caja como un cirujano y elige la carne trozada
Y pincha el anzuelo como una sutil puñalada
Como un anticipo, un engaño cifrado, un profundo señuelo
Para la voraz dentellada que hundirá su entraña, oscura y revuelta
Y la boya pequeña se hunde, fugaz, al abismo
Y yaciente despierta el hombre dormido
Entre sueños, debajo del sombrero caído
Y de un salto recoge la línea encorvada
Como un viejo destino, la espalda cansada
La lucha que emprende es eterna y retorna
La lucha del hombre y todavía el misterio
El drama ancestral que es rito y es río
Aun empuja furioso de sisal y de nada
La lucha del hombre del hambre y la vida
El cielo y el rio azules se juntan en su mirada
Y sin pudor emerge de repente la presa
Amarilla y gigante que salta y que danza
Amarilla gigante al sol brilla su escama
Amarilla vibrante desespera y escapa
Y se queda atrapada despinada y vencida
Y se ahoga en el aire y los ojos que miran
Opacos agónicos respirando derrota
Y será esa carne deshecha salteada humeante
Humillada, generosa y vencida
En el plato del hombre sabrosa comida
La pesca de sueños, alegría, familia
Subsistencia alimento que reinicia la vida
Esa lucha del hombre contra la corriente, adversa y amiga
Esa lucha del hombre empeñosa y victoria
Porque el hombre no está hecho para la derrota
Porque puede ser destruido, pero jamás derrotado
Triunfal se rehace de nuevo y sigue la vida, ya nunca vencido
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