Privatizaciones y sus efectos en la salud mental
La privatización de Aerolíneas Argentinas que está llevando a cabo el Congreso y la idea de las privatizaciones en general constituyen políticas centrales de un gobierno que avanza en la destrucción del Estado, de lo público y de la población y sus derechos, es decir de todos nosotros, en beneficio del Capital Global. Conviene recordar las experiencias que las privatizaciones de la década del 90 produjeron, no solo como una de las políticas decisivas que determinaron la ruina económica y política que culminaron con el estallido social del 2001, sino también los efectos que sobre la salud mental de los trabajadores y sus familias tuvieron esas experiencias penosas, no solo en Argentina. Una de ellas que vale por su elocuencia indiscutible es la de “Las Heras”, un pueblo situado al norte de Santa Cruz, que tuvo enorme repercusión en la década del 90 por padecer 22 suicidios-la mayoría juveniles- en el período de un año y medio, sucesos registrados por la extraordinaria investigación de Leila Guerriero en su libro “Los suicidas del fin del mundo: Crónica de un pueblo patagónico” (“Colección andanzas TusQuets”) en el que analiza las singularidades de las víctimas, reconstruyendo sus historias en la compleja trama histórica-social- política y económica que contextualizaba sus vidas y les daba (sin) sentido. De ese modo, reconociendo al suicidio, expresión máxima de una cultura de la mortificación en el campo de la salud mental, como un fenómeno multicausal y multidimensional, subraya a los efectos de las privatizaciones, fundamentalmente del petróleo, como una dimensión decisiva para entenderlo. Dice puntualmente que luego de años de prosperidad:” en 1991comenzó el proceso de privatización de YPF en manos de REPSOL y el paraíso empezó a tener algunas fallas…desde ese año hasta 1999 YPF redujo personal, tercerizó procesos y, de tener aproximadamente 50 mil empleados en todo el país, pasó a tener cinco mil. No hubo como evitar el impacto. De a poco, con más ímpetu desde 1993, la crisis hizo furor en la ciudad. En 1995 el desempleo trepó al 20% y siete mil personas se fueron de Las Heras” y en su contratapa reafirma que: “Las Heras, con su magma de desempleo y falta de futuro para los jóvenes, es un enigma cuya resolución dista de ser definitiva: los suicidios, como un destino funesto, se sucedieron durante mucho tiempo”. Si se quiere una experiencia modélica de las secuelas, no solo económicas, sino humanas y psicológicas de las privatizaciones, basta recurrir a la triste historia de la privatización de France Telecom, la empresa francesa privatizada en la primera década de nuestro siglo. A los despidos bajo condiciones tortuosas y persecutorias de los trabajadores como estrategias de reducción de personal, siguieron treinta suicidios, la mayoría expresaba en cartas que los motivos era la pérdida del empleo y el destrato vejatorio, recibido por los nuevos Gerentes de la empresa privatizada. Es que el desempleo, producto de los despidos, no solo afecta a la pérdida de las fuentes de trabajo, con su consecuente horror a la pérdida de las posibilidades de subsistencia personal y familiar, sino que, además, y eso fue muy observable en las privatizaciones argentinas, constituye un impacto traumático en los sentimientos de identidad, sobre todo en estas empresas que constituían una historia en la que se entramaban generaciones de familias afiliadas a la misma. La desocupación en general y en particular por los ajustes privatizadores, constituye una tragedia, sobre todo en un país sin posibilidades de nueva inserción laboral, que tiene consecuencias graves, como vimos en estos ejemplos, sobre la salud mental y la vida misma de los trabajadores y sus familias. Esta relación fue rigurosamente desarrollada por Miguel H Orellano en su libro “Trabajo, desocupación y suicidio: efectos psicosociales del desempleo” (lumen Editorial), en la que se afirma que “En el marco de las profundas transformaciones acaecidas en el mundo del empleo y el trabajo en las sociedades capitalistas, el propósito fundamental de esta obra es comenzar a dilucidar, en el contexto histórico social contemporáneo, los efectos psicosociales de la desocupación y la precarización laboral sobre la salud mental del población. En estas páginas se estudia en profundidad la conflictiva relación entre la situación del desempleo y la conducta suicida”, en cuya conclusión se reafirma esta hipótesis de la correlación entre desocupación, salud mental y suicidio. Cada política económica, sobre todo aquellas derivadas de gobiernos neoliberales que incluyen en su variable privatizaciones y desempleos y destrucción del patrimonio público, deteriora la salud mental de los sujetos y los colectivos sociales, dimensión que no puede aislarse de estos procesos, por lo que es necesario valorar y denunciar estas políticas destructivas que, en cuanto a los despidos, vuelve a impactar en nuestra ciudad, ahora con el cierre del C.A.J Centros de asistencia a la justicia y el despido de sus trabajadores y la pérdida de ese derecho de sus beneficiarios en los barrios más vulnerables. Deseo solidarizarme con los trabajadores despedidos y denunciar esta política destructiva del pueblo, llevado a cabo por, según la caracterización de Roco Carbone, un gobierno fascista psicotizante (Lanzallamas: Milei y el fascismo psicotizante” En debate) que ha logrado imponer la pesadilla que actualmente vivimos. Solo desde la psicotización de las personas y los colectivos es posible repetir las penosas experiencias históricas como las privatizaciones y el ajuste brutal que imponen, aún más solo estimulando como lo dice el autor Ítalo-argentino, la mentira, crueldad, el odio y la envidia, a través de los medios monopólicos de comunicación y de las redes antisociales, es explicable que ciertos sectores hayan celebrado esos despidos tan penosos. Es por esas razones y para reflexionar sobre la realidad que vivimos que invitamos a todos a participar de la charla que Carbone dará en la UADER (Quintana 37), el jueves 7 de noviembre a las 19 horas y que será útil para la reflexión y la clarificación que nos permita resolver la alienación actual en el proceso político y económico, y que vamos a precisar con más información en los próximos días.
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