DR. BERNARDO SALDUNA: Se fue jubilado un hombre probo de la justicia y de la vida democrática
En la vida cotidiana de un país las Instituciones tanto públicas como privadas pueden prestigiar a quienes las integran y otras se prestigian por la calidad de sus integrantes. Entre estos últimos no son muchos a quienes podemos citar, pero si de algo no tenemos dudas es incluir al Dr. Bernardo Salduna, entre ellos, quien se jubiló, con cese de actividad adelantada en forma compulsiva, del máximo cuerpo del Poder Judicial de la Provincia, el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.
El día 16 de junio, la Caja le concedió la jubilación como Magistrado Judicial. Justo ese día se cumplían 22 años de su ingreso como Vocal del Superior Tribunal. Para acceder al beneficio en el sistema previsional de la Provincia, tuvo que optar por jubilarse por �Sedad avanzada" que requiere 20 años de aportes, renunciando a acumular los más de 30 años que Salduna registra en el sistema nacional.
La figura de Salduna transitó la vida pública desde el advenimiento de la Democracia, el 10 de Diciembre 1983, hasta la fecha en los diversos lugares que le tocó desempeñarse, pero siempre expuesto al veredicto conceptual de la sociedad, tanto como legislador Nacional, como presidente de Institución intermedia (Asoc. Justo J. de Urquiza), o como miembro de un Ente Gubernamental (director de Ferrocarriles Argentinos), o últimamente, como Juez del Superior Tribunal de Justicia.
En los muy difíciles años de la dictadura, cuando muy pocos argentinos eran capaces de enfrentar esta barbarie, Bernardo a pesar del peligro que ello le acarreaba, las afrontó, formó parte en la comisión de Derechos Humanos, defendiendo presos políticos, como lo hizo Alfonsín en la Nación, Luis Brasesco y Eduardo Solari en la Provincia o Alcides López en nuestra Ciudad; en estos oscuros años de nuestra patria, fueron muy pocos los que se animaron a ello.
Con el advenimiento de Raúl Alfonsín se enroló activamente desde muy temprano a sus filas, participó de la fundación de la Junta Coordinadora de la Juventud Radical en Cetubal, siendo un defensor a ultranza del Sistema Democrático como forma de vida.
Salduna pertenece a una generación, tristemente privilegiada, que vio y vivió todo, le tocó vivir la mayor parte de la vida bajo dictaduras, gobiernos de facto, o débiles periodos de institucionalidad. La mayor preocupación era la conquista de la libertad y la democracia. Lo describe brevemente en su rendición de cuentas legislativa, el como tantos, creían que la Democracia -duramente reconquistada-- sería algo así como la llave mágica que abriría automáticamente las soluciones a todas las dificultades. La realidad los golpearía duramente a la hora de reconstruir un país partido y descreído de todo.
Elegido Diputado Nacional por Entre Ríos el histórico 30 de octubre de 1983 cuando contaba solamente 38 años y sin ninguna experiencia en cargos públicos, mandato que fue por 2 años debido a que el sorteo (por única vez) lo dejo afuera, presentándose en la próxima elección de 1987, donde es nuevamente elegido ya por los 4 años correspondientes.
Su tarea legislativa fue muy rica en proyectos y participación en debates de la Cámara. El querido Cesar �SChacho⬝ Jaroslavsky, que presidía la Cámara de Diputados lo recordó con esta semblanza: �SBernardo Salduna se desplaza silenciosamente, sin estridencias, emanando un clima de serenidad en su figura, que es muy poco común a los jóvenes que, desde muy temprano, abrazaron la pasión de la política que nos hermana; estos años han sido muy difíciles. Pusieron a prueba el temple, la voluntad, la lealtad, la disciplina y Bernardo superó airosamente ese examen⬝.
En sus 6 años de Diputado Nacional, participó directamente en más de 180 Trámites Parlamentarios de los que puedo citar algunos:
Adopción fraudulenta de menores de edad. Régimen de Juicio por Jurados. Delitos cometidos por menores. Creación de Delitos contra el Medio ambiente. Creación de un Juzgado Federal en Concordia. Auxilio a la Citricultura. Eliminación a Retenciones y Gravámenes a la Exportación. Reparación de Puentes y Caminos Rurales en Entre Ríos. Declaración de Beneplácito sobre la caída de la Dictadura Paraguaya, sobre el Plebiscito y posterior Elecciones en Chile y elecciones en Brasil. Condena a la Represión en la República Popular China.
Repudio al ataque Misilístico a Israel. Distribución de Regalías de Salto Grande. Oposición y Nulidad al Decreto de Privatización de Salto Grande. Costo de la energía en la región de Salto Grande. Ley Nacional de Ferrocarriles. Declaración de Interés al sostenimiento y Desarrollo del Ferrocarril Urquiza. Eliminación de Peajes. Reglamentación del Estado de Sitio. Régimen de Elección de Autoridades Nacionales. Modificación Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados. Modificación a la ley de Servicio Nacional Obligatorio.
El 10 de diciembre de 1991 termino su tarea legislativa, retomando su Estudio de Abogado hasta que en el año 2000 a propuesta del entonces Gobernador Sergio Montiel, es nombrado por acuerdo de la mayoría del Senado (el Bloque Peronista se opuso) como Juez del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia el día 16 de junio de ese año, cargo que sustentó hasta hace unas semanas donde en forma compulsiva se le adelanta su retiro efectivo.
En sus 22 años como vocal del Superior dejo su inclinación política partidaria en la puerta de Tribunales para actuar como miembro del máximo tribunal de Justicia de la Provincia, interpretando, como debe ser, la Constitución para el bien de toda la ciudadanía.
Su tarea en el máximo tribunal del Poder Judicial donde se desempeñó en estos últimos 22 años fue prolifera, pero nada sencilla.
Entre otras tantas cosas, le toco resolver los miles de amparos de la crisis del año 2001. La constitucionalidad del pago con Bonos Federales a lo que declaró constitucional apelando a la Doctrina de la Emergencia. Las múltiples cesantías que decretó el Gobierno Peronista que se hace cargo a partir del 10 de diciembre de 2003 donde dictó sentencia en minoría oponiéndose, algunos de ellos fueron a la Corte la que avaló esta sentencia. Estuvo 2 años en la Vicepresidencia del Poder Judicial, en rotación, extrañamente nunca fue Presidente, etapa esta donde se dictó acordada efectivizando a los empleados que tuviese cinco años de desempeño y el resto a concurso de oposición. Fue impulsor de hacer cumplir la norma que obliga a los Magistrados y Funcionarios de presentar anualmente declaración jurada de bienes. Fue impulsor de reglamentar el uso de viáticos y gastos en el Poder Judicial, el cual es un descontrol, este proyecto no se aprobó y debido a ello renunció a percibir un peso por tales conceptos. Propuso la reducción del número de miembros del Superior. La eliminación de la Sala Penal debido a que hay dos Salas de Casación que hacen el trabajo. Solicitó sanciones a la morosidad en los despachos de miembros de Superior Tribunal.
Cuando lo cesaron en forma intencionada y abrupta tuvo que dejar sin resolver varios expedientes, a pesar de ello, dejo firmado dos sentencias emblemáticas. Una es la condena del Dr. Rivas de Gualeguaychú por corrupción de menores, y la otra (que ya no alcanzará a salir) la opinión favorable al recurso Extraordinario en el caso de la Fiscal Cecilia Goyeneche.
Este breve resumen del desempeño de un hombre público cuya figura tubo exposición ciudadana durante 39 años, etapa donde puso todo su empeño, su capacidad y honorabilidad a disposición de la ciudadanía y en beneficio de ella, y retirarse hoy sin una mancha ni sospecha, es el gran capital que Bernardo Salduna se lleva en su mochila y que no muchos hombres públicos hoy pueden mostrar.
Tal vez, además es su característica, comencemos a verlo caminar por las calles de Concordia, con su andar cansino, silencioso, sin estridencias ni demostraciones de poder, muchos de las nuevas generaciones no sabrán de él, no tendrán registro, ni saldrá en los diarios que este concordiense se fue sin dejar cajoneada ninguna causa, que su despacho quedo completamente al día, que desde Contaduría del Poder Judicial, informaron que en los últimos seis años, que es lo que habitualmente revisan al terminar sus funciones, no tuvo un solo peso de gastos de viáticos, combustibles, viajes o gastos de representación.
También es portador de una condición muy difícil de encontrar algo igual, no hay en el poder judicial, legislativo, ejecutivo o repartición provincial o nacional, ningún familiar nombrado por su influencia o pedido.
Después de su ardua tarea, se merece una jubilación, un descanso, pero deberíamos quitarle el derecho de �Sguardarse a cuarteles de invierno⬝, ciudadanos como Bernardo Ignacio Ramon Salduna, deberían ser rectores de las nuevas generaciones para terminar con abusos, corruptelas, demagogias que en más de treinta años de democracia no lo pudimos lograr.