El Congo en la búsqueda de una esperanza
La colonización del Congo fue realizada efectivamente por Bélgica, luego de la Conferencia de Berlín que se llevó a cabo en los años 1884/85, donde hubo un reparto de las potencias de esa época de los países africanos.
En ella, el Rey Leopoldo II se hizo privadamente de la gestión del Congo, siendo denominada Estado Libre del Congo. El interés del monarca belga se hizo palpable cuando contrató a un explorador de apellido Stanley, quien cartografió al país, además de acordar la cesión de tierras a cambio de prebendas con los jefes tribales.
El Rey tenía planeado apoderarse de los recursos minerales del río Congo, además del comercio del marfil y del caucho. El líder belga prometió acabar con la esclavitud, cuestión que nunca se llevó a cabo, luego se alió con la tribu Tippu Tib, convirtiendo a millones de congoleses en esclavos, cometiendo asesinatos en masa, violaciones a los derechos humanos, que finalizaron en octubre de 1908, cuando el Congo fue anexado formalmente por los belgas, llamándose Congo Belga. Esta colonia es veinte veces más grande geográficamente que Bélgica.
En 1960, el líder independentista Patrice Lumumba se pronunció durante un discurso contra el racismo de los belgas en la ceremonia en la que se proclamó el nacimiento de la flamante e independiente República Democrática del Congo (RDC). El 17 de enero de 1961, Lumanba fue asesinado por mercenarios belgas, con la anuencia de los gobiernos de Estados Unidos, Bélgica, y la complicidad local del líder Mobutu, quien llegó al poder y lo ejerció hasta la sublevación de Kabila en 1996. El conflicto se volvió transnacional, ya que Kabila era apoyado por los tutsis de Ruanda y Uganda, y el derrocado Mobutu era un promotor de las milicias hutus ruandeses, que habían huido al Zaire al ser expulsados del gobierno.
Entre los años 1998 y 2003, se produjo la gran guerra africana, como consecuencia de los enfrentamientos entre hutus y tutsis. En ella participaron ocho países: RDC, Angola, Namibia, Zimbabue y Chad. En el otro bando estaban: Ruanda, Uganda y Burundi, todos seducidos por las riquezas mineras.
En la actualidad, se desarrolla la Guerra de Kivu, como resultado de la guerra civil de 1998, en el cual se combinan problemas étnicos e intereses por el control de los recursos minerales. El conflicto en el Congo se ha convertido en el mayor frente de batalla desde la Segunda Guerra Mundial.
La situación actual del Congo, cuenta con la presencia de múltiples actores como organismos humanitarios, cascos azules de la UN, soldados congoleños, centenares de grupos paramilitares, miles de milicias de autodefensa comunitarias y grupos yihadistas.
El conflicto de Ruanda fue exportado al Congo, cuando se produjo un genocidio en 1994, durante 100 días en los cuales 800.000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados por hutus extremistas.
El problema más grave en el país, son las milicias que se reconvierten, se dividen y crecen exponencialmente. Por cada grupo insurgente, surgen dos grupos más, uno para combatirlo, y otro que se opone al primero. Son una fusión de guerrillas cuyos intereses son la extracción y comercio de recursos minerales, la rapiña y el asesinato a sangre fría. La atomización del conflicto es una dificultad mayúscula, ya que no existen dos partes claras para poder llevar una negociación con éxito.
Las enfermedades dificultan las decisiones gubernamentales afectando a la población civil. El ébola ha sido la epidemia más mortífera (hasta la aparición del Covid- 19) con más de 2.000 muertos y miles de personas contagiadas.
La Monusco es la misión pacificadora de las Naciones Unidas, ha sido la más grande y onerosas de todas las misiones de paz. Ha sido criticada por la cantidad de años en los que han actuado miembros de la ONU y los pocos resultados concretos y eficaces en la erradicación de la violencia. A su favor, podemos afirmar que su mayor logro fue que el Congo no haya perdido su integridad territorial, debiéndose al trabajo realizado por la ONU.
El país posee toneladas de oro, diamantes, estaño y tantalio, tiene la mitad de las reservas mundiales de cobalto y el 70 % de las de coltán, indispensables para la fabricación de cualquier aparato electrónico. Las riquezas minerales es una de las principales causas de la violencia ejercida por parte del Estado, de las potencias extranjeras, de los intereses privados y de los centenares grupos armados. El conflicto en el Congo puede ser analizado de acuerdo en donde uno se posicione. Cada 100 km habita una tribu diferente, que pelea por su mina, y desea (apoyado y financiado por los dueños de minas) las que poseen las otras comunidades. China es un actor a tener en cuenta, desde hace años ha venido invirtiendo en infraestructura y penetrando en el mercado comercial.
Los problemas actuales del Congo, no son solo fruto de lo acontecido en el pasado, sino que se deben a las decisiones de sus gobernantes actuales. Este país es difícil de gobernar, ya que está dividido en dos, por una selva impenetrable.
Los acontecimientos que ocurren en el Congo y en otros países africanos, que para los argentinos es percibida como una cuestión lejana, es una apreciación falsa y errónea. Solo basta con caminar por las calles de alguna ciudad grande de nuestro país y observar los miles de exiliados de ese continente.
(*) Mayor del Ejército Argentino. Segundo Jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 6 “Blandengues”, con asiento en la ciudad de Concordia.