IMPONIENDO IMPUESTO AL DIPARATE
Hace horas la hemos escuchado a la vicepresidenta anunciar un posible impuesto a lo que ella a dado en llamar Ganancia Inesperada.
La vice considera una ganancia inesperada a la suba de los comodities por el efecto de la guerra.
Resulta que el impuesto a las ganancias no discrimina el origen de la ganancias.
No paga menos ganancia aquel que esperó y presupuestó su ganancia con exactitud y al centavo, ni paga más ganancia aquel que la presupuestó, en menor cuantía; y luego al final del ejercicio resultó que ganó más.
Se produce lo que para la ley es ganancia; no se pregunta de dónde viene, y se paga la alícuota correspondiente.
Cuando por ejemplo se ganan $10.000; no importa si esos $10.000 vienen de producir caramelos, rieles de ferrocarril o soja. Mucho menos importa si cuando se ganan los $10.000, el beneficiario presupuestó ganar $8.000 y ganó $10.000. Se paga por los $10.000 ganados y "a cantarle a Gardel".
De los dichos de la vice se desprende lo siguiente: ¿cuánto presupuestó la vice ganar con Hotesur? ¿Cuánto presupuestó Cristobal López ganar con el no depósito de impuestos a los combustibles? ¿Cuando Lopez revoleó los bolsos en el convento, estaba presupuestado, o esos bolsos venían de una ganancia inesperada?
La ganancia es siempre esperada. Todos los que inician una actividad económica ESPERAN una ganancia. Lo inesperado es la perdida.
Si hubiera que definir una ganancia inesperada sería, por ejemplo, la que recibe un productor agropecuario que no siembra pero, milagrosamente, cosecha; o la ganancia de una estación de servicio que no compra gasoil pero, milagrosamente, lo vende. La única ganancia inesperada es la que está fuera de la actividad de un negocio y que no tienen insumos. En otras palabras la ganancia inesperada es la que proviene de un ilícito.
Cuando los políticos juran defender con "lealtad y patriotismo" y luego se enriquecen, se produce una ganancia inesperada. O, al menos, inesperada para la sociedad.
Si se le va a poner un impuesto a la ganancia inesperada⬦ POBRES POLÍTICOS, VAN A TENER QUE PAGAR UN MONT�N.
Por José Recio