Un cambio de paradigma: La clave para el progreso
La provincia de Entre Ríos tiene como sectores productivos más dinámicos al sector primario y al industrial, su PBG en el año 2023 (18.000 millones de dólares) representó el 2.9% del PBI nacional, con un crecimiento anual promedio del 2,7% (en la última década), y una tasa de desocupación del 7,2% (2022).
El sector primario representa el 39,8%, y sus principales actividades son: 1) agricultura (arroz, trigo, maíz, girasol, soja, cítricos, arándanos, etc.), 2) ganadería: es la principal productora de carne aviar del país y un importante productor de leche y cerdos, y 3) forestal: la provincia cuenta con extensas áreas forestales, principalmente de eucalipto y pino, que son utilizadas para la producción de madera y celulosa.
En Sector Industrial representa el 30,2%, y sus principales actividades son: 1) alimentos y bebidas, 2) madera y muebles 3) metalmecánica, 4) textil, y 5) química.
Asimismo, cuenta con otros sectores dinámicos de la economía que completan el 30% restante, como el turismo (gracias a sus atractivos naturales e históricos), y los servicios (como el comercio, la educación y la salud).
Por otra parte, nuestra provincia se encuentra en una posición geográfica estratégica, en el centro del Mercosur, lo que le permite un fácil acceso a los mercados de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, lo que representa una gran ventaja para el comercio y la inversión.
Asimismo, está bañada por dos grandes ríos (El Paraná y el Uruguay) que les brindan acceso a importantes vías de navegación fluvial (Hidrovía) y una enorme capacidad de generación energética (Salto Grande).
También es una de las provincias con mayor cantidad de agua dulce del país (lo que representa un recurso vital para el desarrollo de la ganadería, la agricultura, la industria y el turismo), y cuenta con importantes boques nativos que albergan una gran biodiversidad de flora y fauna (Palmar Yatai, bosques en galería, etc.).
Es una provincia que tiene clima templado y precipitaciones abundantes, lo que permite el desarrollo de una gran variedad de actividades agrícolas, ganaderas, industriales y turísticas.
En resumen, sin lugar a dudas la provincia de Entre Ríos cuenta con una serie de ventajas importantes, que la convierten en una provincia con un gran potencial para el desarrollo económico y social.
Sin embargo, el tamaño de su economía (PBGs) está en el puesto 14 a nivel nacional en el 2023 (INDEC), y si comparamos a Entre Ríos con las otras provincias que integran la región centro (Santa Fé y Córdoba), vemos que tiene menores niveles de ingresos (si lo medimos tanto en términos de PBI per cápita, como en Índice de Desarrollo Humano), lo que significa que la provincia genera menos ingresos por cada habitante en la Región.
En el año 2023 el volumen total de las exportaciones de la provincia fue de 1.115 millones de dólares, lo cual significo una baja del 42% en relación al año anterior.
Por su parte, la pobreza, se ubicó en 44,4%, por encima de la región y la nación (38,6% y 39,2%, respectivamente), mientras que en términos de la línea de indigencia mantienen indicadores similares en torno al 8%.
En la última década, la participación de Entre Ríos en el PBI nacional ha tenido un crecimiento anual promedio del 2,7% (11º lugar), este crecimiento ha sido menor al promedio nacional, que se ubicó en torno al 3,5% anual durante el mismo período.
Sin embargo, a pesar de su gran potencial, ha tenido en los últimos años un desempeño económico por debajo de sus posibilidades, y por lo tanto aún no ha alcanzado su máximo potencial.
El actual gobernador, Rogelio Frigerio, ha destacado en varias oportunidades el potencial económico de Entre Ríos afirmando que “la provincia no ha logrado explotar todo su potencial y que Santa Fe y Córdoba, han sabido desarrollar sus economías de manera más diversificada y han logrado un mayor crecimiento en los últimos años”. Asimismo, destacó que “para que Entre Ríos pueda alcanzar su máximo potencial, es necesario un cambio, se necesita un gobierno que sea eficiente, transparente y que genere confianza en el sector privado”.
Muchos sectores coincidieron con su diagnóstico y pidieron un cambio de rumbo en la gestión provincial.
Sin lugar a dudas, concordamos con las palabras del Gobernador en cuanto al potencial de nuestra provincia, y a la necesidad de un cambio rotundo en el modelo económico y productivo.
Esto no es una tarea sencilla, pero tampoco creemos que sea imposible. Hoy estamos viendo cosas impensadas, este año el área sembrada de arroz es la más baja de los últimos 25 años (16.000 hectáreas), nuestra producción citrícola con muy poca salida a los mercados internacionales (mientras que en Paysandú se instala una industria de capitales argentinos que producirá aceite esencial de limón, jugo y cáscara deshidratada, empleando en forma permanente a más de 140 trabajadores, y a más de 1.000 trabajadores temporales agrícolas), plantas papeleras funcionando del otro lado del río (de las que recibimos la contaminación, pero sin participar de las ganancias, generación de empleo, etc.), y a pesar de tener una importante superficie forestal, Entre Ríos no ha logrado desarrollar aun una industria maderera competitiva a nivel internacional, etc.
Para que Entre Ríos alcance su máximo potencial, es necesario un cambio radical en la forma de pensar y hacer las cosas. Se necesita un modelo de desarrollo más dinámico, diversificado y sostenible que aproveche al máximo las fortalezas de la provincia.
Pero, ese cambio rotundo sólo será posible si el gobierno cuenta con un plan integral de transformación, que proponga una economía más dinámica y con mayor valor agregado, que permita aprovechar de esta manera las potencialidades de nuestra provincia.
Para que el nuevo paradigma de desarrollo sea exitoso, es necesario crear un ecosistema que lo impulse, y esto requiere del compromiso y la colaboración de todos los sectores de la sociedad: gobierno, empresas, academia, organizaciones civiles y ciudadanía.
Un plan integral de transformación debe incluir medidas entre otras como: Promover la producción de alto valor agregado. Impulsar el desarrollo de las PyMEs y el emprendedurismo. Mejorar la infraestructura de las rutas y puertos. Invertir en energías renovables. Fomentar prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles. Invertir en investigación y desarrollo. Implementar un programa de incentivos fiscales. Brindar apoyo a los startups. Promocionar a Entre Ríos como destino turístico. Mejorar la gestión pública. Invertir en infraestructura energética, ampliar la cobertura de Internet y las telecomunicaciones. Garantizar una educación de calidad. Brindar capacitación laboral. Fortalecer el Estado de Derecho. Fomentar la participación ciudadana.
En fin, Entre Ríos cuenta con recursos naturales invaluables, una ubicación estratégica imponderable y un pueblo trabajador, que, con un verdadero cambio de paradigma en el modelo de desarrollo y un plan integral de transformación, podrá convertirse en una provincia próspera, sostenible e inclusiva. Un lugar donde la calidad de vida sea excelente, las oportunidades abunden y el potencial de cada persona pueda florecer.
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