El Unabomber se suicidó en su celda, según fuentes de la investigación
Theodore Kaczynski tenía ocho condenas a cadenas perpetuas en 1998 por enviar por correo una serie de bombas que acabaron con la vida de tres personas e hirieron a otras 23.
Theodore “Ted” Kaczynski, conocido como Unabomber por aterrorizar a Estados Unidos durante décadas al mandar una serie de cartas bomba que dejaron tres muertos y 23 heridos, se suicidó en su celda del Complejo Federal Correccional de Butner, en Carolina del Norte, según diversas fuentes citadas este domingo por la prensa estadounidense, un día después de conocerse la noticia de su muerte a los 81 años.
“Por seguridad y privacidad, esta oficina no publica datos sobre la causa de la muerte de ningún interno. La causa oficial de la muerte se determina por un examen médico y no depende de la Oficina de Prisiones”, explicó un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones citado por Fox News.
Sin embargo, el diario estadounidense The New York Times indicó que Kaczynski, responsable de una cadena de atentados entre 1978 y 1995, se suicidó y cita como fuentes tres personas conocedoras de la situación.
La información oficial indica que “el personal inició medidas de reanimación” tras encontrar al preso sin vida y fue trasladado a un hospital, donde se certificó su muerte, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Kaczynski fue condenado a ocho cadenas perpetuas en 1998 por enviar por correo una serie de bombas que acabaron con la vida de tres personas e hirieron a otras 23.
Entre 1978 y 1995 había enviado 16 bombas escondidas en paquetes postales a diversas personas y empresas.
Las bombas de fabricación casera que Kaczynski mandó por correo modificaron la forma en que los estadounidenses enviaban paquetes y embarcaban en los aviones, incluso antes del 11 de septiembre.
El FBI lo llamó Unabomber porque en principio creía que su objetivo eran las universidades y las aerolíneas.
Kaczynski cumplía cadena perpetua por transporte de explosivos con intención de matar o herir, enviar por correo un artefacto explosivo con intención de matar o herir y uso de un artefacto explosivo en relación con un delito o con violencia.
El Unabomber no conocía a ninguna de sus víctimas y, hasta que fue capturado, desconcertó a las fuerzas de seguridad y generó inquietud en la población al perpetrar ataques aparentemente aleatorios en todo el país.
Entre sus objetivos hubo varias universidades como la de Illinois (Chicago), la Universidad Noroccidental, la Universidad de Utah (Salt Lake City), la Universidad de Vanderbilt, la Universidad de California (Berkeley), la Universidad de Michigan o la Universidad de Yale.
También atacó un vuelo de American Airlines, al presidente de United Airlines y una fábrica de Boeing.
En 2021 fue trasladado desde la prisión Supermax de Florence, Colorado, a Butner, Carolina del Norte, y posteriormente a un centro sanitario federal de Carolina del Norte, según datos de la Oficina Federal de Prisiones.
La Fiscalía lo calificó como solitario y vengativo y es conocido por la publicación en 1995 del texto La sociedad industrial y su futuro, conocido Manifiesto Unabomber, en el que justificaba sus atentados para preservar a la Humanidad y la naturaleza frente a la tecnología y la explotación.
Su publicación, realizada en septiembre de 1995 en los diarios The Washington Post y The New York Times a instancias de las autoridades, llevó finalmente a su detención cuando su hermano David apuntó que él podría ser el responsable. Había prometido que dejaría de enviar bombas para que publicaran su texto.
Fue detenido en 1996 en una cabaña de una región poco accesible del estado de Montana tras una investigación de décadas considerada la más costosa de la historia de la Oficina Federal de Investigación (FBI en sus siglas en inglés).
En la cabaña se encontraron periódicos, un diario codificado, componentes para explosivos y dos bombas terminadas.
“No creo en nada. Ni siquiera creo en los que adoran a la naturaleza o a los que adoran lo salvaje. Estoy perfectamente preparado para tirar basura en un bosque que no me sirve para nada. A menudo tiro latas entre los árboles”, dijo.
Un psiquiatra que evaluó a Kaczynski en prisión le diagnosticó esquizofrenia paranoide, pero el matemático no permitió que sus abogados utilizaran la defensa de que era enfermo mental y se declaró culpable.