Durante el juicio, Nahir declaró varias versiones de los hechos, inicialmente argumentando un disparo accidental durante un forcejeo por el arma, y posteriormente, en 2022, acusó a su propio padre de ser el autor del homicidio. Sin embargo, estas afirmaciones fueron desestimadas por inconsistencias y falta de evidencia.
La defensa de Nahir intentó presentar el caso como un acto desesperado motivado por violencia de género y otros abusos por parte de Fernando, pero tanto las pruebas periciales como los testimonios no respaldaron estas alegaciones. Las autoridades judiciales rechazaron estas argumentaciones, destacando que no había evidencia suficiente para sostener que Nahir actuó bajo condiciones de extrema provocación o defensa propia.
Tras ser condenada inicialmente en 2018 por el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú, las apelaciones posteriores también ratificaron su culpabilidad, incluyendo la decisión final de la Corte Suprema de Justicia de Argentina en 2024, que dejó firme la sentencia de prisión perpetua.