El ganadero denunció la falta de 11 vacas y un ternero, lo que activó de inmediato la investigación de las fuerzas de seguridad rurales. El personal de la Brigada inició las tareas de campo correspondientes, entrevistando a propietarios y encargados de establecimientos cercanos y siguiendo huellas de animales y caballos que indicaban un posible arreo clandestino. La búsqueda dio frutos cuando los efectivos encontraron un lote de vacunos con características similares a las denunciadas, en un campo a 12 kilómetros del lugar del robo. Tras contactarse telefónicamente con el propietario del terreno, este aseguró no poseer animales en dicha zona y autorizó el ingreso de las autoridades.
Con la luz del día, se constató que los vacunos encontrados correspondían exactamente a los sustraídos, reconociéndose las señales y marcas por parte del denunciante. El procedimiento fue comunicado a las autoridades judiciales, quienes ordenaron el secuestro formal de los animales y su posterior restitución al legítimo dueño. Las investigaciones continúan para dar con los responsables del robo.