Un narco con identidad falsa disparó a gendarmes con una ametralladora
Ocurrió en el Paraje Cruz Bajada, Ruta Nacional 16, sobre la frontera con Salta. Armas pesadas en una nueva zona caliente.
Un insólito combate armado ocurrió este viernes por la tarde entre gendarmes y narcotraficantes en el Paraje Cruz Bajada, sobre la Ruta Nacional 16, en el norte de Santiago del Estero, cerca de la frontera con Salta.
Allí, cinco sospechosos fueron detenidos por enfrentar a tiros a los agentes de la fuerza federal que intentaron alcanzarlos. En medio de la persecución, uno de los detenidos tomó una ametralladora calibre 5,56 y disparó contra las autoridades. Los gendarmes respondieron con fuego y uno de los sospechosos recibió un disparo en el hombro. Finalmente, fueron alcanzados. Los tres acusados principales viajaban en un vehículo, con otro de apoyo siguiendo detrás en un camino secundario, con dos ocupantes que también fueron apresados.
La requisa a los vehículos reveló un armamento rara vez visto en el hampa del noroeste argentino. Además del fusil empleado -típicamente conocido como �SFrankenstein⬝ en la jerga delictiva, ensamblado con partes de diversas armas-, se encontró un kilo de cocaína, dos chaleco antibalas, varios proyectiles, una pistola 9 milímetros con mira láser y dos teléfonos satelitales, claramente útiles en una zona con señal nula para celulares. En el auto de apoyo se incautaron hojas de coca. El narco detenido fue hospitalizado.
El expediente para esclarecer el hecho está en manos del Juzgado Federal N°2 de Santiago del Estero, que ordenó diversas pericias. La fiscalía del caso también requirió las armas para determinar cuál de los efectivos del operativo hirió al agresor. Los detenidos mismos son una incógnita. Entregaron sus nombres, que resultaron ser falsos. Ahora, Gendarmería comenzó una investigación para determinar sus identidades, confirmaron fuentes del caso a Infobae.
El operativo pone en foco una nueva zona caliente para el corredor narco del NOA. Fuentes oficiales aseguraron que ya ocurrieron otros tiroteos y operativos en la zona.
La semana pasada, Gendarmería encontró en el Paraje Cruz Bajada a tres hombres que tripulaban una camioneta Toyota Hilux. Allí, llevaban 615 kilos de hoja de coca. Un Peugeot 308 que servía de �Spuntero⬝ en el camino para alertar a los traficantes de cualquier control también fue interceptado.
Vale recordar que el origen de las armas de alto poder en manos de narcotraficantes es un asunto investigado por las autoridades desde hace un largo tiempo.
A fines de junio de 2019, en este sentido y tal como reveló Infobae, Gendarmería Nacional �bajo las órdenes del juez Pablo Yadarola� allanó a la organización detrás del mayor esquema de tráfico de armas de la historia argentina reciente. Le encontraron su lote de metal pesado: 2500 fusiles y otros artículos de guerra en más de 50 procedimientos en puntos de Río Negro, Santiago del Estero, una armería china en Castelar, Bahía Blanca, un country en Escobar.
El lote era fabuloso, nivel Rambo: había hasta cuatro contenedores de TNT con relojes digitales y tres cajas de trotyl, ojivas de bombas aéreas, 16 cajas con trenes de fuego para bombas de aviación. Hubo más de 20 detenidos.
Todo era parte de una red internacional: la causa había comenzado en Estados Unidos con una alerta del Departamento de Seguridad Nacional luego de que una encomienda enviada desde un domicilio inexistente con un código postal del conurbano bonaerense hacia Miami encendiera las primeras alarmas en junio de 2018; hubo otras nueve cajas sospechosas enviadas desde Campana o Retiro en ese período. Y había vínculos locales, al menos según la investigación del fiscal Yadarola; entre ellos, el más importante de todos: el cerebro argentino �Ricardo Deisernia, �SEl Tuerto Richard⬝�.
Al �STuerto⬝ lo detuvo Gendarmería en su casa-bunker de Martínez, sobre la calle Pringles: le encontraron un cuarto secreto lleno de ametralladoras en un sótano de puertas blindadas.
Para los investigadores, Deisernia era el más capaz de todos, con años en el rubro y contactos para articular el núcleo del negocio de la banda: reunir partes de fusiles y ametralladoras importadas desde España y Alemania para ensamblar armas híbridas que serían exportados a Paraguay para alimentar el mercado asesino de bandas brasileñas que operan en el territorio como el Primeiro Comando da Capital y el Comando Vermelho, conformadas con ex presos paulistas y lugartenientes guaraníes, los dueños de la marihuana de Pedro Juan Caballero y, debajo de la línea de las FARC, lo más temibles del continente. Las armas, luego, llegarían a Brasil.
La plata era importante en ese accionar. En aquel entonces, un investigador en el círculo interno del expediente detalló los precios: el Colt M4 montado en Buenos Aires con un costo de USD 2.000 rondaba los USD 10 mil en Pedro Juan Caballero y USD 18 mil en territorio brasileño. Una ametralladora MAG se iba por otros USD 10 mil, un simple FAL argentino por USD 6.000.