Desde el entorno de Azcué cuestionan la resolución del tribunal partidario y aseguran que la medida responde a “intereses mezquinos” y no a una aplicación objetiva del reglamento. 
Destacan que, en 2023, fue electo Congresal Provincial, cargo que sigue desempeñando, y consideran contradictoria su exclusión del proceso electoral interno.

Denuncian maniobras internas y falta de renovación

Quienes respaldan a Azcué sostienen que su candidatura representaba una oportunidad de renovación dentro del radicalismo, y acusan a ciertos sectores de la UCR de impedir el surgimiento de nuevos liderazgos.
“Se recurre a mecanismos internos para frenar el crecimiento de dirigentes con liderazgo natural y capacidad de convocatoria”, afirman.

Además, advierten que este tipo de maniobras “no solo afectan la participación democrática dentro del partido, sino que también debilitan a la UCR como alternativa política”.

En este sentido, remarcan la necesidad de “abrir paso a figuras con capacidad de conducción” que permitan fortalecer al radicalismo en el escenario político provincial y nacional.

Exigen la intervención del Congreso Partidario

Ante esta situación, el sector disidente solicita que el Congreso Partidario, como máxima autoridad del partido, intervenga para resolver la controversia mediante el voto de sus miembros. 
Además, piden su convocatoria inmediata, ya que consideran que otros órganos de conducción están “viciados de intereses internistas”.

“La UCR no puede ser un espacio de exclusión ni de decisiones arbitrarias que responden a intereses individuales por encima de la voluntad colectiva”, sostienen.

En medio de este clima de tensión interna, la impugnación de Azcué abre una nueva disputa dentro del radicalismo entrerriano, donde se profundizan los debates sobre el rumbo del partido y la necesidad de renovación de su dirigencia.