En un diálogo profundo y contundente, el Dr. Héctor Maya expuso su visión sobre el deterioro del sistema judicial en Entre Ríos, cuestionando severamente la falta de igualdad ante la ley, la influencia de una “mesa judicial” corrupta y la necesidad de una intervención estatal para sanear el Poder Judicial.

El peligro de fuga como argumento débil
El Dr. Maya calificó como insostenible el fundamento de “peligro de fuga” utilizado para justificar la detención del exgobernador Sergio Urribarri. “Cuando uno observa que figuras como Pepín Rodríguez, operador político de Mauricio Macri, regresó al país después de estar fugado tres años y fue liberado el mismo día, queda en evidencia un doble estándar judicial”, señaló. Para Maya, el caso Urribarri es solo un síntoma de un sistema donde “la justicia se convierte en el brazo armado de la ilicitud”, siempre hablando de su detención y no de la causa.

Injusticias y privilegios judiciales
Maya  también denunció casos concretos de privilegios y corrupción en la justicia entrerriana, como el de un funcionario público que, en estado de ebriedad, causó la muerte de varias personas sin ser detenido. “Es inadmisible que quienes administran justicia sean señalados por violencia de género o incumplimiento de deberes familiares”, dijo, refiriéndose al caso de un fiscal acusado de no brindar sustento a su hija discapacitada.
También Maya criticó el desbalance presupuestario provocado por los sueldos excesivos de los funcionarios judiciales, comparándolos con los ingresos de profesionales esenciales como los médicos. “Es insostenible que un juez de primera instancia gane el doble que el jefe de cirugía de un hospital infantil”, afirmó.

Propuestas y el llamado a la intervención
Héctor María Maya expresó su preocupación por la descomposición del sistema judicial y propuso al gobernador Rogelio Frigerio una intervención al Poder Judicial de Entre Ríos. “Es una situación gravísima que lesiona la confianza ciudadana y el equilibrio presupuestario provincial”, dijo, subrayando la necesidad de una reforma integral.
Sin embargo, también reconoció la existencia de personas honorables en la justicia y destacó la importancia de moralizar tanto la política como el sistema judicial. Para él, la solución pasa por garantizar la igualdad ante la ley, erradicar las “bandas judiciales” y promover el trabajo como pilar de la paz social.

La mirada hacia el futuro
Con sus años de experiencia, el Dr. Maya aboga por una transformación positiva que incluya propuestas concretas para generar empleo y reconstruir la confianza social. “El trabajo es el camino hacia la dignidad y la estabilidad. No podemos permitir que los desbordes judiciales sigan alimentando el desencanto social, especialmente en la juventud”, concluyó.
Con un enfoque claro en el bienestar colectivo, Maya dejó en claro que la justicia no puede ser un instrumento de opresión ni de privilegios para unos pocos. Su mensaje fue un llamado a la acción, no solo para los gobernantes, sino para toda la sociedad entrerriana.