Brupbacher lamentó que Agmer «corra el arco» en cada discusión, presentando nuevas exigencias una vez que se responden a las anteriores. Ante la posibilidad de once días de huelga en agosto, el gobierno provincial ha decidido solicitar la conciliación obligatoria para frenar las medidas de fuerza y garantizar la continuidad de las clases.

El funcionario también señaló que, aunque se propuso un incremento salarial por decreto debido a la falta de acuerdo, la situación económica de la provincia sigue siendo crítica, con ingresos en caída y dificultades para sostener los aumentos en el tiempo. Pidió a Agmer reglas claras y un enfoque técnico en las negociaciones, advirtiendo que las chicanas y la falta de consistencia en las demandas no ayudan a resolver los problemas de fondo.

Finalmente, Brupbacher defendió las medidas del gobierno, subrayando que se busca un equilibrio entre las necesidades de los docentes y la sostenibilidad financiera de la provincia, y reiteró la importancia de mantener el diálogo dentro de un marco de reglas claras y definidas.