Es tiempo de balances
Está terminando un año difícil y quisiera hacer algunas reflexiones con los ciudadanos de Concordia. El principal hecho fue obviamente la pandemia y la cuarentena, necesaria para preparar el sistema de salud, que en un claro mensaje se nos dijo que estaría por encima de la economía. Que la vida no se recupera, la economía sí.
El balance que nos queda es que muchos perdieron mucho, hablando en términos económicos, pero tampoco es bueno el balance respecto de la salud. Estamos entre los primeros países con mayores registros de fallecidos por Covid-19 con 92 fallecidos cada 100 mil habitantes, delante de Brasil que tiene 88 y detrás de Italia que registra 110. Creo que el objetivo de cuidar la salud deja mucho que desear.
Por un lado, la total falta de testeos, no permitió testeos masivos, por zonas o barrios. Quien no pueda pagarse un test en laboratorio privado solo debe conformarse con el diagnóstico que se da a partir de los síntomas. A partir de esto, el �SCuidate, quédate en casa⬝ se transformó en �SQuédate en casa y toma paracetamol⬝ y habría que agregarle una nueva recomendación �Scruza los dedos para que los síntomas no sean de otra enfermedad⬝ no sea que se requiera un antibiótico u algún otro tratamiento que no se te está proporcionando dado que no recibís atención, estás aislado por síntomas, pero no hay un test que lo avale.
Tampoco se pueden visualizar después de nueve meses grandes cambios en el sistema de salud, el hospital Masvernat de Concordia recibió, según noticias periodísticas cinco nuevos respiradores, luego dos y luego uno más. Seguimos con una relación bajísima dado que es un hospital regional que por lo mínimo debe cubrir alrededor de 350 mil personas.
Tampoco hay más cantidad de enfermeras o médicos, ni sus condiciones laborales ni sus ingresos han mejorado a partir de las instrucciones nacionales de priorizar la salud. En el caso particular de las enfermeras, de alrededor de 330, casi la mitad (150), son contratadas como monotributistas con sueldos que rondan los $15.000 en mano. Sin embargo hay alrededor de 750 personas en la administración, más del doble de enfermeros. El personal de maestranza hace varias semanas que está reclamando en el ingreso del hospital.
Otra reflexión lo merece la salud que depende de las obras sociales, como las sindicales o la provincial, que no prestan servicios a sus afiliados y cuando lo hacen no abonan a los prestadores, han producido múltiples quebrantos tanto a profesionales como a sanatorios privados y obviamente inconvenientes a los usuarios.
No se visualizan rubros donde la provincia haya incrementado el gasto en salud, estamos igual que antes solo con algunos respiradores más. Hoy nuestro sistema de salud se encuentra saturado, los controles liberados, por lo que el cuidado depende de la responsabilidad exclusiva de cada uno de nosotros.
Todo esto podría resumirse en un �Ssálvese quien pueda⬝. Totalmente distinto al �Sahora hay más estado⬝ o �Sestamos ampliando derechos⬝.
Magdalena Reta Urquiza