Francia anima a pagar una prima de 1.000 euros a todos los empleados que trabajen durante la crisis
A juicio de Emmanuel Macron, «la lucha contra la crisis sanitaria debe complementarse con la lucha contra la crisis social y económica».
El gobierno francés ha invitado a las empresas a pagar una prima de 1.000 euros a todos los empleados que trabajen durante la crisis, reflexionando sobre una posible reapertura de librerías y sectores vitales. A juicio de Emmanuel Macron, «la lucha contra la crisis sanitaria debe complementarse con la lucha contra la crisis social y económica».
Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas, hizo la mañana del viernes esta declaración: «Invitamos a todas las empresas que trabajan en sectores vitales que paguen a sus empleados una prima de 1.000 euros totalmente desfiscalizada».
El personal hospitalario podrá beneficiarse de esa prima. «A ellos les debemos la vida», ha comentado Le Maire. El gobierno francés estudia la posibilidad de pagar esa misma prima a todos o buena parte de los funcionarios. El pago de una prima de 1.000 euros forma parte de la estrategia gubernamental de evitar el colapso económico, víctima de la crisis sanitaria.
Tras el confinamiento generalizado del comercio de detalle, el ministerio de Economía comienza a estudiar la eventual reapertura de librerías y algunas formas de comercio, en sectores estratégicos, en una fecha todavía imprevisible.
Bruno Le Maire ha criticado con severidad el comportamiento comercial de Amazon y otras plataformas de comercio online.
Sus servicios estudian las fórmulas sanitarias y económicas que pudieran permitir, llegado el caso, la reapertura de librerías o comercios de primera necesidad, para intentar salvar sectores sensibles para la vida y la cultura nacional.
Si las empresas que paguen una prima de 1.000 euros a sus empleados que trabajen pudieran beneficiarse de un cierto apoyo fiscal, el ministro de economía estima que las tiendas de comestibles y las panaderías, abiertas, con horarios más o menos libres, pudieran recibir, así mismo, nuevas formas de apoyo gubernamental.
Bruno Le Maire antepone una condición básica para el apoyo gubernamental: «Las empresas que paguen 1.000 a sus obreros que trabajen, como las librerías, panaderías o comercios, deberán cumplir unas normas de seguridad muy estrictas, evitando que los lugares comerciales se conviertan en centros de reunión de ningún tipo». (EFE ABCes)