La Argentina que se viene
¿Qué nos está pasando? Estamos viviendo en un país que nunca hubiésemos imaginado
Son terribles las situaciones de atropello a todo nivel, desde el kiosco que tiene que cerrar a determinado horario o es pasible de una multa que le es imposible de afrontar, a la madre que no puede hacer uso de un espacio verde, pasamos como contrapartida a hechos de impunidad que el único mensaje que nos deja es que si sos decente te puede perseguir la ley, pero si estás procesado, condenado e incluso preso, podes gozar de tu libertad sin problema.
Estamos muy cerca de cumplir 200 días bajo un cúmulo de decretos, nacionales, provinciales y municipales, que se fundamentan en el artículo 205 del código penal estableciendo que �S⬦el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia⬝, puede ser pasible de un delito penal. Nos están convirtiendo a todos en delincuentes, y vuelvo a repetir, los delincuentes libres.
En este marco hemos visto cómo ante una denuncia de un vecino, inspectores municipales ingresan a su domicilio para constatar que no exista una reunión privada de más de 10 personas, o lo que es más grave aún, allanar el domicilio del expresidente Mauricio Macri.
Aquí parece no haber diferencias, que del primero al último le toca, pero no es así, los Moyano aparentemente tienen coronita, y se pueden reunir sin barbijo cuando quieran e incluso con el presidente.
Podemos pensar que todo esto va a pasar, pero prefiero no ser ingenua, esto no es un improvisado, es un plan para tener a todos arrodillados. Desde que se inició la pandemia se fueron cediendo derechos y libertades en todos los aspectos de un funcionamiento normal de la república.
En especial el poder judicial funciona a media máquina, se activa solo para liberar presos como Amado Boudou, Cristóbal López o Lázaro Báez. A lo que debemos agregarle el ataque a la Justicia Penal federal para convertirla en una justicia militante y como vimos esta semana, si algún juez molesta se le aplica la mayoría del senado y se lo traslada a otro juzgado donde no moleste.
De esta forma controlan casi la totalidad de los tres poderes de la democracia, del legislativo solo les falta una parte de la cámara de diputados y al judicial con la reforma propuesta.
Mientras tanto, muchos de los ciudadanos y el 50% de las empresas dependen de la voluntad del gobierno para recibir ayudas como el IFE o el ATP para pagar salarios.
El federalismo queda claro que tampoco es un valor que sea considerado por el actual gobierno, salta a la vista con la medida inconstitucional adoptada para sacarle coparticipación a CABA por decreto.
Hemos llegado a una instancia dónde debemos plantearnos un punto de inflexión, debemos recuperar nuestros derechos, exigir la independencia de poderes, o podemos perder el rumbo, si es que ya no lo perdimos.