La desigualdad de la educación
Habiendo transcurrido más de ciento cincuenta días de cuarentena seguimos con las escuelas cerradas, profundizando de esta manera la desigualdad entre los que pueden acceder a las clases con modalidad virtual y los que no, entre los niños que tienen una familia que puede ayudarlos y los que no, y entre quienes tienen docentes responsables, que por suerte son la mayoría, y los que no.
Preocupa pensar qué va a pasar con los chicos que no han podido continuar con las clases virtuales, siendo este porcentaje mayor en las escuelas públicas que en las privadas, y a su vez mayor dentro de las escuelas públicas de las zonas carenciadas o rurales, donde no existe conectividad a la internet.
Es una situación que parece no preocupar al gobierno nacional o al provincial, que no cuenta con un ministerio de educación, lo que ya denota el lugar que los entrerrianos le damos a este tema tan importante para el futuro de nuestra provincia y del país.
Se han conocido algunas propuestas en los últimos días sobre el tema educativo que nos pueden dar algunas pautas, como por ejemplo un decreto del Consejo de Educación que suspende el plan FINES, es decir quienes deben materias no pueden rendirlas, quedan anotados, pero tendrán que darlas en el año 2021. Párrafo aparte, merece la noticia de que los alumnos que están cursando el corriente año lectivo van a promocionar independientemente el resultado o la calificación que hayan obtenido.
La pandemia ha puesto sobre la mesa los problemas de un sistema educativo que debe cambiar, que no puede seguir como estaba, que debe actualizarse y ponerse a la altura de las circunstancias. Decir que muchos alumnos no vuelven por problemas de conectividad es una simplificación, hay que pensar y también analizar el porqué aunque pudieran conectarse, algunos no tienen la voluntad de hacerlo.
En un mundo donde la globalización no tiene vuelta atrás, debemos enseñar para el futuro, para las nuevas competencias laborales, enseñar a pensar. No se puede terminar la escuela sin adquirir cuestiones básicas como la lectura comprensiva o la escritura, comprensión de matemáticas o de ciencias. Enseñar a comprender es darle la posibilidad de elegir a una persona y por lo tanto la facultad de ejercer su libertad con pleno conocimiento de la realidad.
En este sentido, se publicó en medios nacionales la noticia de que se suspenden las capacitaciones online, gratuitas, para docentes en la temática de comprensión de textos. Estos cursos implementados en 2016 apuntaban a corregir el resultado de que más de la mitad de los alumnos de 15 años no comprende lo básico de un texto ni identifica la idea principal, o no puede interpretar la consigna de un problema matemático.
Comprender lo que nos rodea, ver el cómo y el porqué es lo que nos permite tomar decisiones libremente, si no conozco, no comprendo, no puedo elegir y no solo eso, sino que podemos ser engañados fácilmente. Esto es una perversidad, es quitarle a una persona su libertad intelectual, quizá no físicamente como el caso del que está en una prisión, pero podríamos compararlo con una forma de confinamiento intelectual.
Este año será un punto de inflexión, se podrá nivelar para abajo y decir �Saquí no pasó nada⬝ o cambiar el sistema educativo que hoy está profundizando desigualdades.