La irrupción de Mauricio Macri en apoyo a Javier Milei cambió el panorama político de la coalición
La campaña electoral se ve alterada por la intervención de Mauricio Macri, quien brinda su respaldo a Javier Milei y suma a Patricia Bullrich y otros líderes PRO al apoyo al candidato libertario. Aunque esto le proporciona a Milei potenciales recursos institucionales en caso de victoria, también socava su discurso contra la "casta política" al aliarse con figuras políticas tradicionales.
Las propuestas más extremas de Milei se moderaron en busca de apoyo político, a pesar de su afirmación de que la dolarización y la eliminación del Banco Central no están sujetas a negociación. Este cambio de enfoque presenta ventajas y riesgos que se definirán en las elecciones del 19 de noviembre.
La polarización electoral no solo se debe al sistema de doble vuelta, sino también a los alineamientos políticos que trascienden el proceso electoral. El PRO no se limita a votar por Milei, sino que también busca influencia en un eventual gobierno suyo.
Esta dinámica ha definido dos campos claros en la oposición: uno que ve el cambio y otro el continuismo. Sin embargo, algunos creen que se está consolidando un polo liberal-libertario que excluye a varios sectores de la oposición, que podrían terminar votando por el oficialismo o en blanco.
El impacto en Juntos por el Cambio dependerá del resultado de las elecciones presidenciales.
Una victoria de Sergio Massa podría mantener la continuidad de JxC, aunque con ajustes, mientras que un triunfo de Milei fracturaría la coalición, ya que la mayoría del PRO sería oficialista y la UCR estaría en la oposición.
Los diez gobernadores de la coalición podrían jugar un papel importante en mantener la unidad, dado que en la mayoría de los distritos hubo fórmulas compartidas y listas de legisladores locales conjuntas. Sin embargo, la relación entre los líderes del PRO y los radicales se ha deteriorado significativamente.