Milei incorpora militares y aparta a La Cámpora
El Gobierno designó a cinco militares retirados en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) bajo la supervisión del interventor civil, Silvestre Sivori, de 39 años, después de despedir a cientos de contratados relacionados con La Cámpora.
Uno de estos militares trabajó previamente bajo el mando del general (RE) César Milani, pero en la AFI afirman que no tiene vínculos políticos con él. Esto marca una novedad, ya que en administraciones anteriores también hubo militares en la AFI, pero nunca en esta cantidad. Los militares retirados ocupan puestos en Planificación, Base 85, Contrainteligencia, Doctrina y otros.
Además, desde la Jefatura de Gabinete han nombrado a un vicecomodoro retirado en la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DINIEM) del Ministro de Defensa, Luis Petri. La DINIEM supervisa la inteligencia de las Fuerzas Armadas.
Es importante destacar que, según las leyes de Defensa, Seguridad Interior e Inteligencia, los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas no pueden llevar a cabo actividades de inteligencia interior, solo sobre amenazas externas al país. En este contexto, la inteligencia de la AFI se enfoca en el terrorismo internacional, mientras que la inteligencia criminal de las fuerzas policiales se concentra en combatir a los delincuentes comunes.
El interventor de la AFI, Silvestre Sívori, está llevando a cabo una auditoría de los gastos de la AFI durante el gobierno anterior, cuyos resultados serán informados a la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso. Este cambio de enfoque y la designación de militares retirados en la AFI han generado discusiones y preocupaciones en el ámbito político y judicial.
La AFI en la gestión anterior tenía vínculos con la inteligencia de Venezuela y Cuba, mientras que la actual administración busca profesionalizar la agencia y fortalecer las relaciones con agencias internacionales, como la CIA y el Mossad. Además, se busca revalorizar las tareas de inteligencia de acuerdo con los intereses estratégicos definidos por el presidente.
La gestión anterior de la AFI también se caracterizó por la filtración de nombres de espías y analistas, lo que generó problemas en sus relaciones con las agencias de inteligencia occidentales. El nuevo enfoque busca un equilibrio entre la información de acceso público y la que debe mantenerse en reserva para cumplir con las funciones esenciales de la agencia.
En resumen, el cambio en la AFI incluye la designación de militares retirados y un enfoque más profesionalizado en la inteligencia, con la intención de fortalecer las relaciones internacionales y mejorar la transparencia en la administración de fondos públicos.
Este cambio ha generado controversias y debates en el ámbito político y judicial.