�SMi preocupación es que Brasil siga el camino de Argentina, Colombia, Venezuela y Nicaragua⬝
El presidente de Brasil habló luego de la primera vuelta de las elecciones, en las que quedó cinco puntos por debajo de Lula da Silva, con quien disputará el balotaje el 30 de octubre.
Luego de la celebración de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que quedó cinco puntos por debajo de Lula da Silva, Jair Bolsonaro analizó los resultados y expresó su esperanza de cara al balotaje del próximo 30 de octubre. El mandatario brasileño afirmó que nota �Suna voluntad de cambio⬝ pero advirtió que �Slos cambios pueden ser para peor⬝.
�SMi preocupación es que Brasil siga el camino de Argentina, Colombia, Venezuela y Nicaragua⬝, indicó, poniendo de ejemplo países de la región gobernados por partidos de izquierda. �STodos los países que migraron hacia la izquierda les fue peor. Si gana Lula, los brasileños no ganarán nada y resignarán la libertad religiosa y el respeto por la familia y los valores tradicionales⬝.
A continuación se refirió puntualmente al caso de Argentina y recordó que, de acuerdo con las cifras dadas a conocer hace unos días por el INDEC, nuestro país �Stiene un 40% de la población que está en la línea de la pobreza⬝. �SDurante la pandemia siguió una política de ��quedarse en casa´, que ya saben lo que opino sobre eso, y fue peor⬝, añadió sobre las medidas adoptadas durante la pandemia.
�SVamos a hacer un buen trabajo para la segunda vuelta. Vamos a tomar contacto con otros candidatos, conversaremos con sus interlocutores. Las puertas están abiertas al diálogo⬝, añadió de cara al balotaje.
Con el 99% de los votos escrutados, Lula da Silva obtuvo el 48,4% de los votos y Jair Bolsonaro el 43,2%. Más abajo quedaron otros candidatos como Simone Tebet, con el 4,2%, Ciro Gomes, con el 3%, y otras fuerzas que no llegaron al 1% y cuyos votos serán vitales para la segunda vuelta.
En la previa había expectativa por un eventual triunfo en primera vuelta de Lula Da Silva, a quien algunas encuestas ubicaban por encima del 50% de los votos válidos y con una diferencia sobre Jair Bolsonaro mucho mayor a la esperada.