El presidente Javier Milei llegó sorpresivamente a Bahía Blanca acompañado por miembros de su gabinete y bajo un fuerte operativo de seguridad. Durante su breve estadía, recorrió zonas afectadas por el temporal, supervisó obras en un puente modular y monitoreó la asistencia a las localidades más golpeadas.
Sin embargo, la visita generó malestar entre los vecinos, quienes reclamaron mayor acción en lugar de gestos simbólicos. La falta de distribución eficiente de donaciones y la ausencia de anuncios concretos sobre ayuda o infraestructura fueron algunos de los principales cuestionamientos.
“Necesitamos comida y colchones, no fotos”, expresó una residente. Otros criticaron el deterioro de las rutas y la falta de inversión en obras preventivas. “Hace años que no se hace nada y ahora viene rodeado de militares sin escuchar a la gente”, comentó un vecino.
El mandatario evitó declaraciones significativas y regresó a Buenos Aires cerca del mediodía, sin comprometerse públicamente con medidas específicas para la recuperación de la ciudad.