Entronizaron en Paraná una reliquia del beato Juan Pablo I
El arzobispo, monseñor Alberto Puiggari, presidió la misa de bienvenida en la catedral. Luego, el trozo de sotana fue llevada en caravana hasta la parroquia Inmaculado Corazón de María.
Alberto Puiggari, recibió en la catedral Nuestra Señora del Rosario, una reliquia del beato Juan Pablo I.
”Recibir estas reliquias, y que sea a causa de un milagro ocurrido en Paraná, es una gracia enorme para los cristianos. La reliquia es un recuerdo de una persona como nosotros, con todas nuestras dificultades, que es un hombre o una mujer que supo vivir una vida heroica al servicio de Dios y al servicio de los hermanos”, expresó el prelado.
La reliquia le fue entregada al arquidiocesano junto con un certificado del Sagrario Apostólico firmado por el maestro de celebraciones litúrgicas pontificias, monseñor Diego Ravelli, enviado también por la Fundación Vaticana Juan Pablo I.
Se trata de un trozo de la sotana que llevó el pontífice durante su patriarcado en Venecia y durante su breve pontificado, que le fue entregada a su sobrina Lina Petri, hija de Antonia, hermana de Albino Luciani, tras su repentina muerte, acaecida el 28 de septiembre de 1978, por la monja Vincenza Taffaril, que había servido en los aposentos papales durante los treinta y cuatro días que duró el pontificado.
”El Santo Padre la utilizaba diariamente en sus distintas actividades, y esta reliquias se ha reservado especialmente para que sea recibida acá, en la catedral de Paraná”, destacó el padre José Dabusti, que invocó la intercesión de Juan Pablo I para la recuperación de la niña que recibió el milagro que llevó a ese Papa a la beatificación.
La misa en la catedral fue presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Eduardo Tánger, vicario general y párroco del templo mayor, junto con los sacerdotes Héctor Albornoz, párroco del Inmaculado Corazón de María, José Dabusti y Eduardo Jacob.
(AICA)
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