Confirman que covid-19 es generalmente leve y rara vez causa la muerte en niños
Los niños transmiten la covid-19, entre sí o a los adultos, con poca frecuencia. Un comentario publicado en la revista «Pediatrics», de la Academia Estadounidense de Pediatría, basa sus conclusiones en un estudio publicado en dicha revista y en otros cuatro estudios recientes que examinan la transmisión de covid-19 por y entre niños y que llegan a la misma conclusión: los niños no son los culpables.
Klara M. Posfay-Barbe, y su grupo de la Universidad de Ginebra (Suiza), analizó los hogares de 39 niños suizos infectados con covid-19. El rastreo de contactos reveló que solo en tres (8%) era un niño el caso índice sospechoso, con aparición de síntomas de enfermedad previa en contactos domésticos de adultos.
En otro estudio reciente realizado en China, el rastreo de contactos demostró que, de los 68 niños con covid-19 ingresados en el Hospital de Qingdao del 20 de enero al 27 de febrero de 2020, el 96% se debía a contactos domésticos de adultos previamente infectados. En otro trabajo de niños chinos, nueve de cada 10 niños ingresados en varios hospitales provinciales fuera de Wuhan contrajeron Covid-19 de un adulto, con solo una posible transmisión de niño a niño, según el momento del inicio de la enfermedad.
Y hay más. Un estudio francés, un niño con covid-19 expuso a más de 80 compañeros de clase en tres escuelas a la enfermedad. Ninguno lo contrajo. La transmisión de otras enfermedades respiratorias, incluida la transmisión de la gripe, era común en las escuelas.
Cinco estudios publicados muestran que los niños tienen menos probabilidades de infectarse y parecen menos infecciosos. Son los adultos los que los infectan.
Y un estudio en Nueva Gales del Sur, nueve estudiantes infectados y nueve miembros del personal de 15 escuelas expusieron un total de 735 estudiantes y 128 miembros del personal a covid-19. Solo se produjeron dos infecciones secundarias, una transmitida por un adulto a un niño.
«Los datos son sorprendentes», señala William V. Raszka, de la Universidad de Vermont (EE.UU.) y autor del comentario. «La conclusión clave es que los niños no están promoviendo la pandemia. Después de seis meses de pandemia, hay ya una gran cantidad de datos acumulados que muestran que los niños tienen menos probabilidades de infectarse y parecen menos infecciosos; son las reuniones de adultos que no siguen los protocolos de seguridad quienes son responsables de alimentar la curva ascendente». En este sentido, Cristina Calvo, experta de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en materia de covid-19 señala a ABC Salud que, tal y como se describe en este comentario, «todos los artículos publicados hasta la fecha ponen de manifiesto que los niños no son grandes transmisores de la infección por SARS-CoV-2». Los niños, asegura, «se infectan con menos frecuencia, en contactos intrafamiliares estrechos y prolongados y además tienen cuadros menos graves, con menos síntomas, menos persistentes y por tanto con menos eliminación de virus».
«Somos muy proclives a que los niños vuelvan a clase porque tienen que recuperar su normalidad y la escolarización es una parte básica de la formación y del desarrollo de los niños».
Por ejemplo, continúa, hay estudios realizados en colegios que ponen de manifiesto un «bajísimo índice de contagios entre los niños». De la misma manera, añade, en los trabajos realizados en las familias se aprecia que «los niños se infectan con menos frecuencia y que el caso índice suele ser un adulto conviviente, no el niño».
Precisamente este hecho contrasta enormemente con las infecciones respiratorias clásicas, como la gripe, en la que «los niños son los que se infectan con más frecuencia y el vector de contagio en las familias».
Esta pediatra del Hospital La Paz señala que en su centro se está haciendo un estudio con hijos de sanitarios infectados por SARS-CoV-2 para ver si se han infectado a su vez cuyos resultados estarán en fechas próximas. El documento que se publica en «Pediatrics» también valora el aumento de casos entre adultos y niños en centros de educación infantil de Texas (EE.UU.), que ha visto 894 casos de covid-19 entre miembros del personal y 441 entre niños en 883 centros en todo el estado y señala pueden ser malinterpretados porque no ha estudiado los detalles del brote. Si bien es cierto que hay una transmisión generalizada de covid-19 en Texas, señala Razska, «muchos adultos siguen sin observar distanciamiento social o usar máscaras». Y añade: «Aunque todavía no conocemos la dinámica del brote, es poco probable que los bebés y los niños en la guardería estén propiciando dicho aumento. Según la evidencia, es más plausible que los adultos transmitan la infección a los niños en la gran mayoría de los casos». Los autores advierten, además, que la idea de que los niños no son vectores significativos de la enfermedad proviene de modelos matemáticos que muestran que el distanciamiento social de una comunidad y el uso generalizado de mascarillas son estrategias mucho mejores para reducir la propagación de enfermedades que el cierre de las escuelas. El hecho de que las escuelas se hayan reabierto en muchos países de Europa occidental y en Japón sin ver un aumento en las transmisiones de la comunidad confirman estos datos. Somos muy proclives a que los niños vuelvan a clase porque tienen que recuperar su normalidad y la escolarización es una parte básica de la formación y del desarrollo de los niños Por eso los autores abogan por la reapertura de las escuelas de manera segura el próximo otoño. La misma idea que comparte la AEP. «Somos muy proclives a que los niños vuelvan a clase porque tienen que recuperar su normalidad y la escolarización es una parte básica de la formación y del desarrollo de los niños», asegura a ABC Salud, María José Mellado Peña, presidente de la AEP.
Mellado apunta que la ��vuelta al cole�" tiene que estar controlada. Por ejemplo, la vuelta ha de ser «paulatina» y con medidas de seguridad para que «no haya mucho contacto entre ellos», con una única profesora y que se muevan entre ellos, el uso de mascarillas en los mayores de 6 años cuando se muevan o se levanten o en el recreo. También añade, es importante que la entrada y la salida del colegio se haga de forma escalonada y que se contemple la oferta formativa online, especialmente a partir de Secundaria.
ABNes