Dejar de fumar prolonga la vida incluso cuando ya hay cáncer de pulmón
Aquellos que abandonaron el tabaco tenían más probabilidades de vivir más tiempo
Dejar de fumar siempre es una buena noticia para nuestra salud. Incluso cuando ya hay cáncer de pulmón. Un estudio publicado en la revista médica «Annals of Internal Medicine» ha encontrado que abandonar el tabaco tras haber sido diagnosticado con cáncer de pulmón de células no pequeñas en una etapa temprana puede retrasar la progresión de la enfermedad y disminuir la mortalidad.
Teniendo en cuenta que aproximadamente la mitad de los fumadores continúan con el hábito después del diagnóstico, los autores de la investigación consideran que estos hallazgos presentan una oportunidad para mejorar la supervivencia general y libre de progresión en este tipo de tumor.
Más del 80 % de los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas tienen antecedentes de tabaquismo y aproximadamente la mitad son fumadores en el momento del diagnóstico. Existe evidencia limitada de que dejar de fumar puede mejorar la supervivencia, por lo que muchos pacientes pueden pensar que es demasiado tarde para hacerlo cuando ya se les ha diagnosticado cáncer de pulmón.
Investigadores de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la agencia especializada en cáncer de la OMS, en colaboración con el Centro Nacional de Investigación Médica de Oncología N.N. Blokhin en Rusia, reclutaron a 517 adultos que fumaban en el momento en el que se les diagnosticó cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadio temprano de 2 lugares en Moscú (Rusia) para determinar si dejar el tabaco después del diagnóstico afecta al riesgo de progresión de la enfermedad y mortalidad.
Los participantes fueron entrevistados al comienzo del estudio para determinar los antecedentes médicos y de estilo de vida, incluidas las características del tumor y la cantidad de tabaquismo a lo largo de su vida, y luego se les dio seguimiento cada año durante un promedio de 7 años para registrar cualquier cambio en el hábito tabáquico, tratamientos, y estado de la enfermedad.
De los 517 pacientes que fumaban cuando se les diagnosticó cáncer de pulmón, menos de la mitad lo dejaron (44,5 %) y muy pocos recayeron.
Aquellos que abandonaron el tabaco tenían más probabilidades de vivir más tiempo en general (6,6 años frente a 4,8 años), vivir más tiempo sin cáncer de pulmón (5,7 frente a 3,9 años) y tener un tiempo más prolongado hasta la muerte por cáncer de pulmón (7,9 frente a 6 años).
Estos resultados muestran, según los autores, que incluso después de haber sido diagnosticado con cáncer de pulmón, dejar de fumar sigue teniendo un beneficio significativo.
En su opinión, los médicos deben informar a sus pacientes con este tipo de tumor que dejar de fumar puede prolongar la vida en general y prolongar la vida sin recurrencia del cáncer.
ABCes