El calor y la presión arterial "por el piso"
Para algunas personas, tener la tensión arterial por debajo de los valores normales no les ocasiona síntomas hasta cierto punto. Otros pueden sentir fatiga, confusión, mareos, náuseas, visión borrosa, dolor de cabeza y/o sufrir desmayos. Entendamos primero la relación con el calor, luego las medidas para intentar evitar la hipotensión.
Al hablar de tensión arterial nos referimos a la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos en su paso por los mismos. Los valores promedio varían según la edad, sexo y factores genéticos.
En términos generales suele considerarse hipotensión valores inferiores a 90/60 milímetros de mercurio. Pero los adultos mayores, por ejemplo, pueden iniciar con síntomas de hipotensión aún antes de descender a estos números. También es importante la velocidad con que disminuye de un valor a otro.
A su vez, la tensión arterial experimenta frecuentes variaciones por factores como: ejercicio físico, dormir, ingerir alimentos, ansiedad y la temperatura del ambiente. El clima caluroso eleva la temperatura del cuerpo, el cual posee un evolucionado sistema de regulación. El �Stermostato⬝ está en el cerebro, se llama hipotálamo y es el que activa los sistemas para perder calor, en el esfuerzo de disminuir la temperatura corporal:
Sudoración: el humano puede perder hasta 1,5 litros de sudor por hora, con el fín de perder calor. Pero a mayor pérdida de líquido, menor presión.
Ensanchamiento de los vasos sanguíneos: se vasodilatan las arterias y venas en la superficie de nuestro cuerpo, con la finalidad de transferir el calor nuevamente al ambiente. A mayor vasodilatación, menor tensión arterial.
Si a estos mecanismo normales y fisiológicos se le suma desregulación por el incumplimiento de las siguiente medidas, puede aumentar el riesgo de sufrir hipotensión.
Mantenerse hidratado: Si no se ingiere el líquido y sales minerales suficiente, circula menos volumen sanguíneo por los vasos y la presión pierde �Sfuerza⬝. Tener especial cuidado con aquellas personas que tienen disminuida su autonomía, por ejemplo personas con Alzheimer. En estos casos, generalmente no alcanza con dejar el vaso o sorbete enfrente, hay que supervisarlos o asistirlos para que lo tomen.
No hacer cambios de movimiento bruscos, principalmente adultos mayores: el cambio de posición repentino, como pararse o agacharse de golpe, provoca que el corazón no tenga tiempo para bombear suficiente sangre a los órganos.
Consumo de sal equilibrado: consumir mucha sal puede llevar a hipertensión, pero un bajo consumo puede bajar tu tensión arterial. Hay que tener en cuenta que el argentino promedio ya ingiere el doble de sal necesaria, con alimentos salados en su fabricación o composición. A su vez el triple, si sobre estos usamos el salero. Por ello debe prestar atención y sacar cuentas de qué cantidad de sal ingiere por día, sumando la que ya contiene el alimento, siendo 5 gramos el máximo de sal saludable por día (o el equivalente a 2 gramos de cloruro de sodio).
No realizar ejercicio físico con temperatura y/o humedad elevada: programar la actividad para las primeras horas de la mañana o al anochecer, hidratarse correctamente con agua cada 20 minutos y continuar hidratándose aún luego de finalizada la rutina; utilizar vestimenta que no acumule calor (evitar calzas largas, mangas largas, ropas oscuras); no enrollar plásticos alrededor del cuerpo; y realizar un control médico antes de iniciar cualquier actividad física.
Hacer reposo 30 minutos luego de comer: para poder digerir los alimentos, una buena cantidad de sangre se mueve hacia el estómago e intestinos, por lo que en el resto del organismo hay menos sangre circulando. No es aconsejable irse a dormir tampoco ya que disminuye el metabolismo, simplemente evitar el movimiento físico durante el proceso digestivo.
Consultar por la medicación antihipertensiva: frente a síntomas de hipotensión puede ser necesario que su médico ajuste las dosis transitoriamente.
Evitar estar parado sin moverse por mucho tiempo.
Una forma de ayudar a una persona que esta sufriendo hipotensión aguda, es acostarla y levantarle las piernas en unos 45 grados (maniobra de Trendelenburg). Existen otras causas de hipotensión además de las nombradas, como trastornos del corazón e endocrinológicos. Consulte a su médico frente a la aparición de síntomas.
Dr. Hugo D. Valderrama | Médico neurólogo - Máster en Neurociencias (Mat. 5010)
Publicado en El Litoral , Santa Fe