La poderosa protección de la lactancia materna
Por David Beltrán - La lactancia materna es un acto fundamental que va más allá de la simple alimentación. Es un vínculo sagrado que une a una madre con su bebé, proporcionando amor, protección y nutrición esencial desde el primer día de vida. A lo largo de la historia, la lactancia materna ha sido una práctica natural y significativa que ha demostrado ser vital para el desarrollo óptimo de los recién nacidos y los lactantes.
El contenido nutricional que le trasmite a su bebé es enorme y por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNIFCEF y la EPS Famisanar, le recomiendan la lactancia materna exclusiva en los 6 primeros meses de vida y complementaria hasta los 2 años para que reciban todos los nutrientes y lograr un crecimiento y desarrollo saludable.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia de cada 100 niños que nacen, solo 56 inician la lactancia materna en la primera hora de su nacimiento. Si todos los pequeños fueran amamantados podrían salvarse más de 800.000 vidas infantiles a nivel mundial, un dato muy duro, pero reconfortante, pues en sus manos está transformando la historia positivamente.
La EPS Famisanar le cuenta los 5 tips más importantes que toda persona debe saber sobre la lactancia materna
Nutrición incomparable:
La leche materna es un tesoro nutricional inigualable para los bebés. Es una combinación perfecta de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales que se ajusta específicamente a las necesidades del lactante. Además, la leche materna está llena de anticuerpos que ayudan a proteger al bebé contra enfermedades y fortalecen su sistema inmunológico en los momentos más cruciales de su crecimiento.
Beneficios para la salud:
Numerosos estudios han demostrado que la lactancia materna reduce significativamente el riesgo de enfermedades infecciosas, alergias y trastornos respiratorios, así como el riesgo de desnutrición en los bebés y menores de cinco años. También se ha asociado con un menor riesgo de obesidad infantil y enfermedades crónicas más adelante en la vida.
Para las madres, la lactancia materna también ofrece beneficios, ya que ayuda a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, mejora la recuperación postparto y fortalece el vínculo emocional con su hijo.
Estímulo del desarrollo cognitivo:
Los componentes únicos presentes en la leche materna no solo ayudan al sistema inmunológico del bebé, sino que también se ha relacionado con el desarrollo cognitivo y cerebral.
Los ácidos grasos esenciales presentes en la leche materna desempeñan un papel crucial en la formación de las células cerebrales, lo que puede influir positivamente en el desarrollo intelectual del bebé a lo largo de su vida.
Fortalecimiento del vínculo madre-hijo:
La lactancia materna va más allá de la nutrición física; también nutre el alma del bebé y establece un lazo emocional profundo entre la madre y su hijo. Durante la lactancia, la madre y el bebé se miran a los ojos, se acarician y se comunican en un nivel íntimo, creando un vínculo de confianza y amor inquebrantable.
Sostenibilidad y costo efectividad:
Además de todos los beneficios para la salud, la lactancia materna también es amigable con el medio ambiente y económica. No produce residuos ni requiere envases plásticos, lo que la convierte en una opción sostenible para el planeta. Además, la leche materna es gratuita y siempre está lista para satisfacer las necesidades del bebé, lo que ayuda a las familias a ahorrar en gastos de fórmulas infantiles.
La EPS Famisanar le presenta los diez pasos para realizar
una lactancia materna correcta
Siéntese en un lugar con espaldar, brazos y pies bien apoyados.
El bebé puede estar apoyado sobre una almohada.
Estimule la zona central del labio superior e inferior del bebé con el pezón.
La boca del bebé debe agarrar lo que más se pueda de la zona café alrededor del pezón.
El labio inferior debe quedar enrollado hacia abajo y la punta de la nariz puede tocar el seno. El bebé debe tener la cabeza más alta que el resto del cuerpo y su abdomen debe estar recostado contra tu abdomen.
El brazo del bebé debe estar “abrazándote” en vez de que quede entre su cuerpo y el tuyo.
Debes ver y oír cuando el bebé come.
La succión debe ser rítmica y sostenida. Finalmente, la lactancia debe ser a libre demanda. Solo queda reforzar que la lactancia materna es una fuente inigualable de amor, nutrición y protección para los bebés. Sus beneficios para la salud, el desarrollo cognitivo y el fortalecimiento del vínculo madre-hijo son invaluables.
Promover y apoyar la lactancia materna es una responsabilidad de toda la sociedad para garantizar el bienestar y el futuro de las generaciones futuras. Cada gota de leche materna es una inversión en un futuro más saludable y feliz para los niños y niñas.
Así que, ¡Amamantar con amor y dedicación, alimentando el futuro con la mejor opción posible!
Infobae.