Nueve millones de personas fallecieron en 2019 a causa de la contaminación
Según un informe de "The Lancet" el documento llama la atención al aumento de las muertes por los tipos modernos de contaminación, cono la contaminación del aire y de los productos químicos tóxicos.
Nueve millones de personas fallecieron a causa de la contaminación en 2019, la misma cifra que en el 2015, según un informe de The Lancet Planetary Health que constata que más de 1,8 millones de muertes se deben a la contaminación química tóxica (incluido el plomo), lo que supone un aumento del 66% desde el año 2000.
El documento llama la atención al aumento de las muertes por los tipos modernos de contaminación (por ejemplo, la contaminación del aire y de los productos químicos tóxicos) que eclipsa los progresos realizados en la reducción de las muertes por contaminación asociadas a la pobreza extrema (por ejemplo, la contaminación del aire y del agua en los hogares).
El nuevo informe es una actualización de The Lancet Commission on Pollution and Health, publicado en The Lancet Planetary Health, y afirma que aunque el número de muertes por fuentes de contaminación asociadas a la pobreza extrema (como la contaminación del aire en interiores y la contaminación del agua) ha disminuido, estas reducciones se compensan con el aumento de las muertes atribuibles a la contaminación industrial.
«Las repercusiones sobre la salud de la contaminación siguen siendo enormes y los países de ingresos bajos y medios son los que más sufren esta carga. A pesar de sus enormes repercusiones sanitarias, sociales y económicas, la prevención de la contaminación se pasa por alto en la agenda internacional de desarrollo», afirma Richard Fuller, autor principal.
«La atención y la financiación solo han aumentado mínimamente desde 2015, a pesar del aumento bien documentado de la preocupación pública por la contaminación y sus efectos sobre la salud». «La contaminación sigue siendo la mayor amenaza existencial para la salud humana y planetaria y pone en peligro la sostenibilidad de las sociedades modernas. La prevención de la contaminación también puede ralentizar el cambio climático -logrando un doble beneficio para la salud planetaria- y nuestro informe pide una transición masiva y rápida para abandonar todos los combustibles fósiles y pasar a las energías limpias y renovables», añade el coautor, el profesor Philip Landrigan, director del Programa de Salud Pública Global y del Observatorio de la Contaminación Global del Boston College.
La comisión ha utilizado datos del estudio de la Carga Mundial de la Enfermedad (GBD) de 2015, y descubrió que la contaminación era responsable del 16% de todas las muertes a nivel mundial. El nuevo informe ofrece estimaciones actualizadas de los efectos de la contaminación sobre la salud, basadas en los datos más recientes del GBD de 2019 y en actualizaciones metodológicas, así como una evaluación de las tendencias desde el año 2000.
De los nueve millones de muertes atribuibles a la contaminación en 2019, la contaminación del aire (tanto doméstica como ambiental) sigue siendo responsable del mayor número de muertes, con 6,67 millones en todo el mundo. La contaminación del agua fue responsable de 1,36 millones de muertes prematuras. El plomo contribuyó con 900.000 muertes prematuras, seguido de los riesgos laborales tóxicos con 870.000 muertes.
El plomo contribuyó con 900.000 muertes prematuras, seguido de los riesgos laborales tóxicos con 870.000 muertes.
El descenso de las muertes por contaminación tradicional desde el año 2.000 (contaminación del aire de los hogares por combustibles sólidos y agua no potable) es más evidente en África. Esto puede explicarse por las mejoras en el suministro de agua y el saneamiento, los antibióticos y los tratamientos, y los combustibles más limpios.
Sin embargo, este descenso de la mortalidad se ha visto contrarrestado por un aumento sustancial de las muertes por exposición a la contaminación industrial -como la contaminación atmosférica, por plomo y otras formas de contaminación química- en todas las regiones durante los últimos 20 años. Esto es especialmente evidente en el sudeste asiático, donde el aumento de los niveles de contaminación industrial se combina con el envejecimiento de la población y el aumento del número de personas expuestas.
La contaminación del aire ambiente fue responsable de 4,5 millones de muertes en 2019, frente a 4,2 millones de muertes en 2015 y 2,9 millones en 2000. Las muertes por contaminantes químicos peligrosos aumentaron de 0,9 millones en 2000, a 1,7 millones en 2015 y a 1,8 millones en 2019, con 900.000 muertes atribuibles a la contaminación por plomo en 2019.