¿Qué es la hernia incarcerada que ha llevado de nuevo al Papa al quirófano?
Es una complicación de una cirugía anterior para tratar una diverticulitis. Si no se trata causa oclusión intestinal y hay riesgo de perforación intestinal.
El Papa se recupera tras la cirugía abdominal que el miércoles superó en el Hospital Gemelli de Roma. Francisco volvió al quirófano para tratar una hernia incarcerada, una complicación de una operación de diverticulitis a la que se sometió hace dos años, en julio de 2023.
En aquella ocasión le extirparon 33 centímetros de intestino.
En un 15 por ciento de los casos, la propia incisión quirúrgica puede desencadenar una hernia que empieza a dar síntomas años después. Se trata de una complicación habitual en personas de edad y con sobrepeso, apunta el doctor Jorge Baixauli, especialista del Departamento de Cirugía General y Digestiva de la Clínica de la Universidad de Navarra.
La hernia surge cuando una porción del intestino o de tejido abdominal queda atrapado en la bolsa de una hernia. Desde fuera se observa un bulto que se escapa por el punto más débil de la pared abdominal.
En el caso de Francisco, se quedó atrapado una parte del intestino que también le provocó una obstrucción intestinal.
De ahí las molestias que arrastraba desde el pasado mes de enero en forma de dolor, náuseas, e hinchazón abdominal.
Si no se le hubiera operado, el asa del intestino podría haber quedado atrapado en la hernia (hernia estrangulada) y gangrenar y perforar el intestino, lo que hubiera hecho necesaria una operación de urgencia con riesgo vital para el Pontífice.
La cirugía de reparación se realizó por laparoscopia, con técnicas de mínima invasión, para realizar la menor agresión posible durante más de tres horas.
Con unas cicatrices milimétricas el Papa, con toda seguridad, podrá recuperarse con mayor rapidez que con una cirugía abierta.
Además de reparar la hernia, fue necesario utilizar una malla, una opción que se utiliza en el 90 por ciento de las cirugías para reforzar la sutura de la zona. La intervención se prolongó durante tres horas, un tiempo normal en este tipo de operaciones, asegura Baixauli.
«Estamos ante una operación que no es difícil, pero sí es compleja al realizarse a través de incisiones mínimas.
Es más laboriosa pero permite una rapidez mayor de recuperación de los pacientes», explicó.
El Vaticano ha cancelado la agenda de Francisco durante diez días, aunque al menos durante un mes deberá tener cuidado para no cargar peso y no hacer una actividad física intensa.
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