Sin excusas para quitarse el barbijo
Ni el rendimiento ni los niveles de oxígeno en la sangre y los músculos se ven afectados en personas sanas que usan una mascarilla quirúrgica o de tela durante los entrenamientos extenuantes.
Un nuevo estudio de la Universidad de Saskatchewan (USask), en Canadá, ha descubierto que el rendimiento del ejercicio y los niveles de oxígeno en la sangre y los músculos no se ven afectados en las personas sanas que usan una mascarilla quirúrgica o de tela durante los entrenamientos extenuantes.
Se han planteado preguntas sobre si el uso de mascarilla durante la práctica de deporte podría comprometer la absorción de oxígeno o aumentar la reinspiración de dióxido de carbono, lo que lleva a una condición en la que el aumento de dióxido de carbono desplaza el oxígeno en la sangre. Pero el estudio, publicado el 3 de noviembre en la revista de investigación «International Journal of Environmental Research and Public Health», no encontró pruebas que respalden estas preocupaciones.
«Nuestros hallazgos son importantes porque indican que las personas pueden usar mascarillas durante el ejercicio intenso sin efectos perjudiciales sobre el rendimiento y un impacto mínimo en la oxigenación de la sangre y los músculos», afirman los investigadores.
Protegerse en los gimnasios, que son espacios cerrados, «es importante, ya que las gotitas respiratorias pueden llegar más lejos con la respiración profunda durante el ejercicio vigoroso», añaden. El estudio evaluó, además de la quirúrgica, el uso de una mascarilla de tela de tres capas, el tipo recomendado recientemente por la doctora Theresa Tam, directora de salud pública de Canadá.
El estudio, en el que participaron 14 hombres y mujeres físicamente activos y sanos, controló los efectos de la dieta, la actividad física y el sueño durante las 24 horas previas a la prueba.
«Si la gente usa mascarillas durante el ejercicio en interiores, podría hacer que las sesiones sean más seguras y permitir que los gimnasios permanezcan abiertos durante covid», apunta Phil Chilibeck, profesor de la Facultad de Kinesiología de USask, y coautor del estudio.
Se pidió a los participantes que hicieran un breve calentamiento en una bicicleta estática. La prueba implicó un aumento progresivo de la intensidad mientras mantenían una frecuencia de pedaleo requerida.
Una vez que no pudieron mantener la velocidad del pedal, la prueba terminó. «Por lo general, un participante alcanza el agotamiento en esta prueba en seis a 12 minutos, dependiendo de su nivel de condición física», señala Chilibeck.
El equipo evaluó a los participantes, que hicieron la prueba en tres ocasiones cada uno: una vez con mascarilla quirúrgica, otra con una mascarilla de tela y la última sin mascarilla.
El equipo registró los niveles de oxígeno en sangre de los participantes y los niveles de oxígeno en los músculos durante la prueba utilizando herramientas de medición no invasivas.
Si bien en muchos lugares, la normativa exime de utilizar la mascarilla a las personas mientras practican deporte, Chilibeck recomienda que sí se usen en estas instalaciones cerradas donde las personas pueden respirar más fuerte debido al ejercicio.