En ese gimnasio de Boxeo cuyo nombre no recuerdo y que estaba en donde es hoy la UTN por calle San Juan, me gustaba ver como entrenaban las figuras del boxeo de aquel tiempo en la década del setenta. Allí estaban todos o casi todos los mejores y voy a mencionar a uno que por estas horas se nos fue, el gran Rodolfo “Pato” Rojas, un pugilista taquillero de gran pegada y con una ascendencia sobre el público que hacía que el Club Ferro se llene cada vez que estaba de fondista.

Tuvo una excelente campaña como amateurs y como profesional. Estuvo clasificado entre los mejores en el ranking argentino, en aquellos tiempos que para estar entre los diez primeros tenías que tener más de veinte o treinta peleas. Peleo con todos los mejores y ganó y perdió, pero se adueñó del respeto como boxeador profesional.

Recuerdo una pelea en el Ferro frente al gran Oscar “Mono” Vallejos, se dieron como los de la época, ninguno retrocedía y con una base de técnica y buen manejo de las distancias para tirar combinaciones, le regalaron una gran pelea al público. Fue triunfo para el “Mono”, ya en la etapa final de la carrera del “Pato”. Hoy viendo las redes sociales me enteré de su deceso sin saber las causas.

Lo concreto es que se fue una figura grande del boxeo de Concordia, que le dejó mucho a este deporte en la ciudad y que como sucede muchas veces, quedan en el olvido después de su retiro. Sólo queda despedirlo para que descanse en paz y como sucede en el mundo del boxeo, serán diez tañidos de la campana para homenajear a un gran boxeador de la ciudad. JCV.