Cómo lograr pómulos definidos con esta mini rutina de yoga facial
Por Carolina Winograd, experta en Yoga Facial @kaliope.glow
Si creías que la definición de los pómulos era algo reservado solo para tratamientos invasivos o costosos productos de belleza, te traigo una buena noticia: el secreto también puede estar en tus manos. Literalmente. El yoga facial se ha convertido en una de las técnicas más populares y efectivas para esculpir y tonificar el rostro de forma natural. Y no es para menos, ya que así como entrenamos el cuerpo para mantenernos en forma, nuestros músculos faciales también necesitan activarse para evitar la flacidez y mejorar la definición.
Los pómulos, en particular, juegan un papel clave en la estructura facial y en la apariencia juvenil del rostro. Con el tiempo, es normal que los tejidos pierdan firmeza debido a la disminución de colágeno y elastina. Sin embargo, con una rutina adecuada de ejercicios faciales, puedes levantar, tonificar y realzar esta área, mejorando no solo la estética, sino también el flujo sanguíneo y linfático, lo que resulta en una piel más luminosa y saludable.
En este artículo te guiaré a través de una serie de ejercicios específicamente diseñados para trabajar los pómulos. Estos movimientos son suaves, no requieren más que unos minutos al día y puedes realizarlos en la comodidad de tu casa o incluso mientras ves tu serie favorita.
¿Lista para darle a tu rostro un impulso natural? Sigue leyendo y descubre cómo esta rutina puede transformar tus pómulos y devolverle al rostro su energía y definición. La constancia es clave, pero los resultados valdrán la pena: no solo te verás mejor, también te sentirás revitalizada.
Mini Rutina
Ejercicio 1: Lleva las palmas de tus manos a cada sien y apóyalas sobre los músculos temporales. Presiona hacia adentro y comienza a hacer movimientos circulares, en los que no solo vas a movilizar la piel, sino principalmente fascias y músculos, lo que te permitirá mejorar los pómulos. Sostén el ejercicio por 30 segundos y repite 2 veces más.
Ejercicio 2: Abre tu boca, dándole forma de “O” larga y estrecha, dejando tus labios relajados. Coloca los nudillos de cada mano sobre las comisuras y entre los dientes. Presiona con suavidad e intenta al mismo tiempo elevar las comisuras y elevar sutilmente los pómulos. La presión de las manos dificultará esos movimientos, permitiendo que tanto el músculo orbicular de la boca como los músculos elevadores y los músculos de las mejillas trabajen con más intensidad. Sostén el ejercicio por 30 segundos y repite 2 veces más.
Ejercicio 3: Con los labios cerrados, sonríe y abre tu boca. Guarda el labio superior cubriendo los dientes. Mantén las comisuras elevadas y ahora intenta elevar tus pómulos. Coloca tus dedos índice, mayor y anular de cada mano sobre cada comisura para aumentar la resistencia y así el trabajo muscular. Sostén el ejercicio por 30 segundos y repite 2 veces más.
Para obtener mejores resultados, te recomiendo complementar esta rutina con una práctica facial completa. Esto no solo revitalizará tus pómulos, sino que también le devolverá lozanía, frescura y energía a todo tu rostro. La clave está en la constancia y en regalarte estos momentos de autocuidado que marcarán la diferencia.
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