Comenzó en 1872, y fue cambiando de nombre, y su sede en varios lugares, donde se reunían. Según el libro de su historia, que fue escrito por Antonio Castro en 1935.
Nuestra querida y recordada periodista Minguet Moulia hizo un resumen de dicha historia del Club, que a continuación se los transcribo lo que ella escribió en enero del 2012.
Arraigando sus orígenes en el siglo pasado, avanzando con paso firme hacia el presente una institución • señera concordiense, el Club Progreso como les he comentado en una nota anterior cumple mañana 22 de enero sus 130 años de vida. Pero como todo nacimiento tuvo una institución madre que le dio vida: el Casino Comercial, allá por enero de 1882, luego la «Sociedad Unión» (7/11/1876) el Liceo Recreativo 16/7/1874,.el «Casino Progreso» septiembre 1872.Fue así que debemos considerar que el pasado de la Institución que comento, debemos buscarlo en otras que fueron modificando su denominación.
Antonio P. Castro nos da un panorama político de la situación reinante en el ámbito concordiense que juntamente al de la provincia era caótica.
En ese entonces a 40 años de la fundación, la villa se debatía en un letargo de muerte arrastrando con pereza su existencia. Aún se cernía sobre ella el fantasma de tres crímenes cuando el 11 de abril de 1870 fueron inmolados el general Justo José de Urquiza y sus hijos Waldino y Justo Carmelo en Concordia. Saldo de una revolución jordanista que tomó la aldea como uno de sus focos principales para consumar el drama. Mariano y Carlos Querencio, hábiles en la intriga política vivían en Concordia y eran cabecillas del complot. Dice Castro: «Concordia era una aldea olvidada y pobre cuya población apenas alcanzaba a 5.000 almas, compuestas de campesinos y comerciantes ávidos de enriquecerse, sin otro pensamiento que el lucro inmediato».
No había bibliotecas, ni centro sociales, aspecto desolador y triste. Se justifica entonces que a la llegada a Concordia del gran periodista Olegario Víctor Andrade, se preocupara por dotarla de un centro que irradiara cultura. Surgió así el Casino Progreso que funcionó en calle Entre Ríos 715, donde fueron agasajados el Gobernador Leónidas Echagüe (1872) y el presidente Nicolás Avellaneda (1875).E1 Casino Comercial vivió una azarosa existencia por no tener edificio propio sino en alquiler. Estuvo ubicado en diferentes domicilios, todos frente a la plaza, luego en los altos de Pellegrini y Mitre, de don Joaquín Comas, (casa que aún existe) luego en Urquiza y Mitre (donde estuvo el Bar Unión 1955) luego se ubicó donde está el Hotel Colón (1855).
Luego en 1° de Mayo y Rioja y en 1o de Mayo y Urquiza (1902).
El casino surgió de la fusión de dos entidades musicales: La Marina y Cloroformo. Contó con 64 socios habiendo llegado en 1910 a 205, que pasaron al Club Progreso.
Dos hechos importantes ocurrieron en el seno del Club Unión. En 1890 se festejó la caída de Dr. Miguel Juárez Celman y por primera vez se iluminaron los salones con luz eléctrica. En 1895 llegó a Concordia el primer fonógrafo instalándose en el Casino donde se cobraba por oír tres piezas la suma de cincuenta centavos.
«En 1935 algunas matronas estaban escandalizadas con los modernos bailes ya que el foxtrot, el vals americano, el tanto, la maxixa, el paso doble y la rumba, imponían sus compases.
Llegamos así al momento en que el Dr. Manuel del Cerro Requena, presidente de aquel Club mocionó por el cambio de su denominación y pasó a instalarse al edificio, del que hablamos en nota anterior (Pellegrini y Mitre, hoy Centro Cívico).
Trasladado más tarde a la casa comprada a don Juan P. Garat el Club Progreso acorde a la categoría social de la institución contaba y cuenta con sala de lectura, donde se encuentra la biblioteca, con importantes colecciones, sala de estar, donde existe una antigua y lujosa chimenea u hogar. Hay salas más pequeñas para ver televisión, un v comedor principal hoy comedor diario y el gran salón de fiestas y bailes recientemente remozado y ampliado.
Antiguo y de buen gusto caracterizaban el mobiliario del Club, que posee antiguas arañas y lámparas de mesa, piso de parqué que es original, algunas puertas de vidrio separan ambientes, tiene y cumple una función deportiva aparte de la social con pileta olímpica de natación, cancha de pelota vasca. Lo cultural está permanentemente presente en conferencia, exposiciones, funciones cine, el antiguo gimnasio se convirtió en parte del amplio salón de fiesta.
En época pasada tuvo intensa vida social que las distintas situaciones, del país hicieron decaer pero siempre visitas importantes, culturales que sus socios apoyan manteniendo así su altura moral.
Hasta otro día
MINGUET
Al relato de Minguet le agrego: El presente.
Días pasado, el 19 de setiembre, se celebró una sencilla ceremonia, donde se reunieron la Comisión Directiva actual del Club, que ha puesto en valor y renovado todo ese lujoso patrimonio con que cuenta Concordia.- Esa casona que fuera de la familia de Don Juan Garat y que con el tiempo fue manteniéndose, ahora se presenta renovada de pintura y ambientación en genera!, sin cambiarle nada, del estilo de jerarquía que se mantiene, como lo fue en su pasado histórico.
Junto a dicha Comisión con su presidente actual Sr. Wenceslao Martín Gadea, y la Comisión de Damas Patricias con su presidente Patricia Olivera de Petit, se realizó una entrega de bandera de ceremonia con pedestal artesanal.
El acto resultó muy emotivo, con la lectura de actas protocolares que fue firmada por dichas instituciones. Se contó con la bendición de dicha bandera a cargo del sacerdote Alfonso Frank.6Además, se contó con palabras de la Señorita Teresita Guidobono que se refirió a la bandera finalizando con la bella canción de "Aurora" que espontáneamente cantaron todos los presentes, poniendo un broche de oro a dicho acto, simbólico, patriótico, social cultural, e histórico seguido por un brindis de confraternidad.
Para remarcar, la historia de dicho Club Progreso, deseo destacar que, en toda su trayectoria, contó con presidentes honorables, comisiones directivas de familias patriarcales, que no solo les interesaba la acción social, sino la acción cultural, dedicadas a tertulias de distintas artes: de música, exposiciones de pinturas, de canto lirico y poesías. Contaban con un grupo de damas dedicadas a brindar y organizar actos benéficos. También es de destacar a honorables presidentes que se brindaban haciendo grandes donaciones para beneficio de la ciudad, como nombrar a la familia Caminal que donó la hermosa casa para el obispado y el Centro Maternal Caminal que sigue hoy en día ayudando a la comunidad, y así como el Dr. Felipe Heras y tantos otros personajes, que fueron parte activa, de brindar apoyo benéfico para toda la sociedad, con total solidaridad, dignos de recordarlos a todos ellos, por su labor humanitario a la comunidad ciudadana, de nuestra Concordia.
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