En atletismo: el tiempo de las mujeres
La Maratón de la Mujer, desde ya hace un buen tiempo, supone un clásico realmente interesante en el plano de las carreras de calle. Como la carrera nació para festejar el Día de la Mujer (8 de marzo), las chicas lo toman exactamente de esa manera, pero también como una excelente oportunidad de homenajearse probándose a ellas mismas.
Ya se notaba, en algunos años atrás, que en las carreras mixtas la mujer iba ganando terreno y en varios casos eran tantas o más que los hombres inscriptos en tal o cual prueba. Aquellas y todas las pruebas siempre fueron abiertas, es decir que podían participar o no la cantidad de mujeres que deseen. Y si nos vamos a varios años atrás, podríamos atrevernos a decir que les costaba participar. Estamos hablando de la mujer que gusta de moverse, de caminar, de trotar o hacer un poco de ejercicio. A las de élite las dejamos de lado porque siempre hubo en Concordia excelentes atletas que no vamos a descubrir ahora que siempre estuvieron en forma y todo el año han corrido aquí o incluso en muchos lugares del país. Pero a las que sólo les gusta correr les costaba.
Y con el tiempo se empezaron a “desacartonar” las organizaciones y empezaron a enviar mensajes que hay que divertirse, pasarla muy bien y animarse a participar, a disfrutar el momento. Ya había en Concordia grupos de chicas que se juntaban a correr bajo la tutela de una personal trainning o guía, como quiera llamarle, siempre al ritmo que se podía, el que podían las alumnas como para que sea un buen momento y no algo de sumo esfuerzo. También, comenzaron a tomar un auge inusitado las carreras de aventura, quienes todavía ponían más énfasis en la diversión, circuitos que tenían particularidades para la sonrisa, como mojarse o llenarse de barro, y cosas así. Y fue el gran llamador para las mujeres, al punto que se llegaron a organizar competencias sólo para ellas, incluso en forma nocturna con el aditamento importante que ello tenía, más diversión mezclada con desafío. Y se empezó a ver que todas llegaban a la meta, que sentían un disfrute único y se armaban fiestas para celebrar el acontecimiento.
Esos grupos de running después cambiaron el movimiento atlético femenino y empezaron a copar las carreras de calle, sean de 5 o 10 kilómetros, y cada vez eran más.
Como pasa muchas veces, y por ahí la explicación es larga, las carreras de aventura comenzaron a desaparecer, pero las chicas mantenían firme su convicción de correr en las que sí aparezcan, y se volcaron a las de calle.
Y volviendo a la actualidad, 771 mujeres participaron de la Maratón de Reyes. Increíble. Si bien no fueron todas de aquí, bien vale mencionarlo por el entusiasmo que siguen teniendo.
A esa especie de posta la tomó la Maratón de la Mujer, que desde siempre mantiene el espíritu participativo (también el competitivo) pero las invita a divertirse y pasar un buen rato en una sola distancia, 5 kilómetros. Y el auge ha ido creciendo, a tal punto que hoy es inimaginable cuántas pueden participar el 9 de marzo próximo por la mañana. Se ha transformado en un verdadero clásico, en una cita poco menos que ineludible. Hay, por supuesto, corredoras de élite, que son las que lógicamente predominan en la prueba competitiva, pero la mayoría corre para disfrutar, para sentirse plena y/o, por qué no, asumir un desafío. Otras hacen los 5 kilómetros tan distendidas que van con el cochecito llevando a su bebé, su nena o nene y van charlando con amigas, caminando, obvio. Otras llevan el mate y hablan de lo que les venga a la mente. En definitiva, situaciones para todos los gustos.
Por todo ello es una carrera que se espera, que los Amigos del MTB, con Esteban Sbresso a la cabeza, saben que cada año el compromiso aumenta, porque aumenta el cupo de inscripción y obviamente son más las que se animan. ¿Se puede aventurar que correrán más de mil mujeres?. Sí, obvio que se puede, porque hoy por hoy es la carrera por excelencia para ellas, donde el final no es uno más sino que hay fiesta, regalos, música, diversión asegurada. Y los grupos de running participan en masa, casi compitiendo a ver qué grupo reunió a más chicas. Y las hay de todas las edades, desde niñas a mujeres entradas en años con un espíritu envidiable y a pesar de que a veces hacen un esfuerzo en llegar, la alegría les domina cuerpo y mente por completo.
No nos asombra que haya unas 500 inscriptas a la hora de hacer estas líneas, tampoco nos asombrará nada para más cerca de la fecha de largada. Las chicas han soltado ciertas riendas, si es que antes existían, y han decidido ser ellas, así tal cual, sin maquillaje de ningún tipo, y simplemente hacer lo correcto: divertirse. Están, obvio, mucho más allá del qué dirán y mucho más allá aún del estereotipo de cualquier concurso de belleza. Son ellas, copando las calles de la ciudad y con un mensaje claro: “Vinimos para quedarnos”. Por ello año a año se acentúa cada vez más ese homenaje con forma de Maratón.
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