Catequesis del Papa: “Siempre podemos reemprender nuestro camino”
Mientras se recupera en la Casa Santa Marta, Francisco pidió a los fieles que "nunca pierdan la esperanza". Lo hizo en el texto preparado de su catequesis semanal, publicado por el Vaticano.
El Papa Francisco ofrece su catequesis para la audiencia general semanal, que no pudo realizarse porque se recupera de una neumonía bilateral, y recuerda que nunca es tarde para entregar todo a Dios y comenzar de nuevo nuestro camino.
Mientras se recupera en su residencia de la Casa Santa Marta tras ser dado de alta el domingo del Hospital Gemelli de Roma, el Santo Padre pidió a los fieles que nunca pierdan la esperanza, porque Dios siempre nos concede la posibilidad de empezar de nuevo.
Desde que su equipo médico dio el alta al Papa pidiéndole dos meses de reposo para una adecuada convalecencia, la Oficina de Prensa continúa difundiendo las catequesis preparadas para la audiencia general de los días miércoles, como lo hizo durante su hospitalización.
En su catequesis, centrada en los encuentros en la vida de Jesús, el Papa se centró en el episodio bíblico de la Samaritana narrado en el Evangelio de San Juan.
En nuestra 'encrucijada'
La mujer samaritana se encuentra con Jesús junto a un pozo, donde Él le pide agua y le revela que es el Mesías. A través de la conversación, Él expone su pasado y le ofrece "agua viva", símbolo de la vida eterna. Transformada por este encuentro, deja su cántaro, corre a su pueblo y lleva a otros a Jesús.
Tras contemplar el encuentro entre Jesús y Nicodemo, que iba en busca de Jesús, y la mujer samaritana, el Papa observó que estamos reflexionando sobre los momentos en los que Jesús se muestra esperando "ahí mismo", en esa "encrucijada" de nuestra vida.
Reconoció que esto pudo haber sido un tanto impactante para la samaritana, quien probablemente se sentía avergonzada de su vida. "Quizás se sintió juzgada, condenada e incomprendida", dijo el Papa, recordando que había tenido cinco maridos y ahora estaba con un sexto que no era su esposo.
"Se sentía juzgada, condenada, incomprendida. Había tenido cinco maridos y ahora estaba con un sexto hombre".
Para ir a Galilea desde Judea, observó, Jesús habría tenido que elegir otro camino y no pasar por Samaria. Sin embargo, el Papa Francisco se maravilló: "Quiere pasar por allí, y se detiene allí, ¡justo en ese momento!".
Jesús está esperando cuando hemos perdido toda esperanza
Esto, subrayó el Papa, muestra cómo "Jesús nos espera" y "se deja encontrar precisamente cuando pensamos que ya no hay esperanza para nosotros".
"La ayuda a releer su historia, que es complicada y dolorosa", dijo el Papa, recordando cómo descubre que el Mesías la ama.
El Santo Padre preguntó: "¿Qué anuncio podría haber traído, si no su experiencia de ser comprendida, acogida y perdonada?". Añadió que esto "debería hacernos reflexionar sobre nuestra búsqueda de nuevas formas de evangelizar".
Deja atrás su problemática vida
Como una persona enamorada, la samaritana olvida su cántaro y lo deja a los pies de Jesús. "El peso de ese cántaro sobre su cabeza, cada vez que volvía a casa -reconoció el Papa-, le recordaba su condición, su vida atribulada. Pero ahora el cántaro está a los pies de Jesús".
En este punto, señaló, "el pasado ya no es una carga, está reconciliada", y añadió: "A nosotros también nos pasa lo mismo".
"Para ir a anunciar el Evangelio", dijo el Santo Padre, "es necesario ante todo dejar a los pies del Señor el peso de nuestra historia, entregarle el peso de nuestro pasado".
"Queridos hermanos y hermanas -subrayó el Santo Padre-, ¡no perdamos la esperanza! Aunque nuestra historia nos parezca pesada, complicada, quizás incluso desastrosa, siempre tenemos la posibilidad de encomendársela a Dios y reemprender nuestro camino".
Finalmente, el Papa Francisco concluyó asegurando: "Dios es misericordioso y nos espera siempre".
(AICA)
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