Más de 150.000 jóvenes del NEA peregrinaron a la Virgen de Itatí
Con el lema “Aferrados al amor de María, construyamos fraternidad”, miles de jóvenes del NEA participaron este fin de semana de la 45ª Peregrinación Juvenil a Itatí.
Coordinados por el Equipo de la Pastoral de Juventud Regional, más de 150 mil personas de las diversas diócesis que integran la región pastoral del NEA (Reconquista, San Roque, Santo Tomé, Resistencia, Formosa, Goya, Puerto Iguazú, Posadas, Oberá y Corrientes) caminaron los 74 kilómetros que separan la ciudad de Corrientes del santuario mariano para llevar sus intenciones a los pies de su Madre Morena.
La misa central tuvo lugar este domingo por la mañana, en el atrio de la basílica Nuestra Señora de Itatí, y fue presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, quien peregrinó junto a los jóvenes, como lo hace desde hace muchos años.
Concelebraron los obispos Damián Bitar (Oberá), Rubén Martínez (Posadas), Ramón Dus (Resistencia), Nicolás Baisi (Puerto Iguazú), José Conejero Gallego (Formosa), Hugo Bárbaro (Roque Sáenz Peña), Adolfo Canecín (Goya), Gustavo Montini (Santo Tomé) y el rector del santuario, padre Porfirio Ramírez FDP.
En su homilía, monseñor Stanovnik elogió el lema escogido para esta peregrinación: “Aferrados es una palabra fuerte, sólida, segura; el amor de María es eso: fuerte, sólido, seguro. Ella alcanzó esa consistencia amorosa aferrándose a la cruz de su Hijo. En ese abrazo doloroso y, a la vez, tierno y fuerte ¡construyamos la fraternidad!”
“También hoy nosotros ‘aferrados al amor de María’, ¡llegamos!, con los pies cansados, es cierto, pero con el alma desbordada de alegría y de paz. Estamos a tus pies, Madre querida”, añadió y celebró los gestos de generosidad, de entrega y de sacrificio que hubo a lo largo de toda la noche y en los meses previos.
El arzobispo correntino destacó que “con el gesto de caminar, de perseverar en el camino, de ser solidarios con el que teníamos al lado, queremos expresar, de un modo simbólico, el peregrinaje que cada uno de nosotros estamos llamados a realizar en nuestra vida diaria”.
Describiendo un testimonio de conversión, planteó: “¡Qué hondo cala el amor a María! La presencia de nuestra Tierna Madre de Itatí provoca en nosotros el milagro de miramos unos a otros y descubrirnos hermanos unos de otros y juntos hijos, que peregrinamos con Jesús hacia el encuentro definitivo con Dios nuestro amoroso Creador y Padre”.
“Por eso, para construir fraternidad aferrados al amor de María, pidamos la gracia de entender lo que nos pide Jesús, de no tener miedo de ponernos al servicio sin exigir que nos feliciten por eso”, planteó, y animó: “Vale la pena cualquier sacrificio que nos lleva a ser más fraternos”.
“María, como una excelente Madre y Maestra, nos toma de la mano y nos lleva al encuentro de su Hijo Jesús. Ella nos hace más amigable el sacrificio de abrazar esa cruz que nos toca a cada uno y ponerla junto a la cruz de su Hijo Jesús.
Ella nos allana el camino de la Iglesia, donde aprendemos a escuchar a Jesús, a escucharnos entre nosotros, y a caminar juntos con todos para contarle a los demás que es hermoso tener fe y vivirla en comunidad”, consideró.
Luego de la Comunión, se leyó el manifiesto de los jóvenes y entre las intenciones resonó con fuerza el pedido “por todas las personas desaparecidas, en especial por los niños, por su pronta aparición y por el esclarecimiento de los casos; por el fin de la trata de personas y por la protección de los derechos de todos los niños y jóvenes en estado de vulnerabilidad”.
“Te pedimos por los peregrinos aquí presentes, para que renueven su espíritu, sanen las heridas del alma y regresen llenos de fortaleza para seguir caminando en la vida con esperanza, alegría y compromiso cristiano”, agregó el joven lector.
Finalmente, Stanovnik ratificó: “Rezamos también por Loan, para que se esclarezca y lo podamos recuperar sano y salvo. Y mientras tanto, lo ponemos en las manos de la Virgen Reina y de Dios”.
Tras la bendición final se realizó el traspaso de la imagen de la Virgen peregrina que acompañó este año a la Diócesis de Goya a la de San Roque, de Sáenz Peña, Chaco. Luego, la imagen de María de Itatí fue descendida para recorrer el frente de la basílica, donde alrededor de 50 mil peregrinos la saludaron. (AICA)
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